14 octubre, 2024

La inflación no cede: Agosto cerró con un 4,2% y acumula un 236,7% interanual

La inflación de agosto fue del 4,2%, consolidando una suba interanual del 236,7%, según el INDEC. El rubro de alimentos y bebidas aumentó un 3,6%, y la vivienda un 7%. Aunque el Gobierno apuesta por una desaceleración, los precios continúan con resistencia a la baja.

Por Alejo Pombo

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación correspondiente a agosto fue del 4,2%, acumulando un alza interanual del 236,7%. Este incremento se encuentra alineado con las estimaciones de consultoras privadas y analistas del mercado, que proyectaban una suba cercana al 4%. Pese a que se esperaba una desaceleración más marcada, los precios siguen mostrando una tendencia sostenida al alza, especialmente en sectores clave como alimentos y bebidas, que registraron una suba del 3,6%.

El aumento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto es apenas superior al registrado en julio, cuando se informó un 4% de inflación. La consultora EcoGO y otras como Orlando Ferreres & Asociados y C&T confirmaron estimaciones similares, destacando la persistente presión inflacionaria en productos de primera necesidad, como los alimentos. Este rubro, con gran peso en el cálculo general, sigue siendo uno de los principales motores de la inflación mensual.

Los precios regulados también contribuyeron a esta resistencia inflacionaria. Aunque en los últimos meses se han aplicado ajustes menores en algunos servicios, estos rubros siguen impactando significativamente en la estructura de costos de la economía. En agosto, la categoría «Vivienda, agua, electricidad y combustibles» mostró un incremento del 7%, impulsado por aumentos en alquileres y servicios públicos.

El presidente del Banco Central, Vladimir Werning, había anticipado una posible moderación de la inflación para septiembre, con una proyección cercana al 3,5%, gracias a la reducción del impuesto PAIS en 10 puntos porcentuales. Sin embargo, los efectos de esta medida aún no han sido suficientes para lograr una desaceleración significativa en los precios. Werning explicó que las políticas de «emisión cero» buscan estabilizar el mercado cambiario y reducir las presiones inflacionarias, aunque reconoció que se trata de un proceso gradual.

Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que, aunque la inflación no cede al ritmo esperado, agosto marcó el nivel más bajo desde enero de 2022, cuando se registró una variación mensual del 3,9%. Caputo subrayó que las políticas fiscales y monetarias actuales, junto con la reducción del impuesto PAIS, sentarán las bases para una convergencia inflacionaria hacia niveles más bajos en los próximos meses.

El informe del INDEC también reveló aumentos en otros sectores, como «Educación» con un alza del 6,6%, impulsada por ajustes en los distintos niveles educativos, y «Transporte», que subió un 5,1% debido a incrementos en el transporte público. A pesar de estas subas, las autoridades económicas confían en que las medidas adoptadas permitirán estabilizar los precios hacia finales de 2024.

En cuanto a las expectativas, tanto el Banco Central como consultoras privadas coinciden en que la inflación mensual podría mantenerse entre el 3,5% y el 4% en los próximos meses. Si bien se espera una reducción gradual en las tasas de inflación, la baja no será abrupta. El Gobierno proyecta que el IPC anual cerrará 2024 con una variación cercana al 130%, lo que marcaría una desaceleración en comparación con las cifras actuales.

La eliminación definitiva del impuesto PAIS a partir de diciembre de este año es vista como un paso clave para reducir la presión inflacionaria en 2025. Esta medida, junto con el control del gasto público y las políticas de emisión cero, busca llevar a la economía hacia un escenario de estabilidad en el mediano plazo.

Sin embargo, persisten ciertos obstáculos, especialmente en el sector de alimentos, que sigue mostrando fuertes subas debido a factores internos y externos. Las consultoras privadas advierten que la incertidumbre cambiaria y fiscal está generando ajustes preventivos de precios por parte de las empresas, lo que dificulta una desaceleración más rápida en el corto plazo.