Por Alejo Pombo
Colón se consagró campeón de la Copa de la Liga Profesional y se fue para su provincia con el trofeo en lo más alto.
Desde la primera fecha el equipo de Eduardo Domíguez demostró una línea de juego y la respetó durante la primera fase y en las definiciones mano a mano. Ayer fue ampliamente superior y redujo a Racing a la mínima expresión futbolística.
Desde el inicio del partido, los sabaleros se pararon en la cancha ocupando posiciones en campo de rival. Con Ferreira y Castro dominaron más el balón, mientras la Academia esperaba con orden para procurar salir rápido de contragolpe.
En ese aspecto, el equipo de Eduardo Domínguez hizo un buen trabajo presionado en todo el campo. Sin embargo, en esos pasajes del encuentro los arqueros no sufrieron apremios porque los avances quedaban sólo en intentos ofensivos sin concretar. Con el correr de los minutos, los lineamientos del partido se mantuvieron tal cual. Colón continuó imponiendo condiciones para jugarlo como más le convenía. Al tiempo que Racing no hallaba la forma de llegar armado hasta Burián. Juan Antonio Pizzi intentó rotando a Nacho Piatti a la derecha con Lolo Miranda por la izquierda.
Pero al DT académico tampoco encontró respuestas en ese enroque. En tanto que los rojinegros amenazaron con algunos disparos desviados o a las manos del Chila Gómez.
En el complemento, Racing comenzó con otra actitud y al menos parecía que incomodaba a los volantes sabaleros para que no manejaran la pelota. Pero en un avance rápido por la derecha Colón abrió el marcador.
Castro habilitó a Mura que apareció vacío, el lateral mandó un centro a rastrón y Aliendro anticipando a la defensa mandó la pelota adentro. Con los cambios de su DT, Racing intentó darle otra fisonomía a su juego, pero antes de conseguirlo el Negro volvió a golpearlo. Esta vez con un golazo de Cristian Bernardi, redondeando una jugada colectiva a puro toque. Y antes del final, ya con Racing descontrolado, Alexis Castro le puso la corona al título de campeón de Colón con otro gol de colección.
