Por Alejo Pombo
Una banda que fabricaba y vendía ilegalmente barbijos, que simulaban ser los tapabocas Atom Protect producidos por el Conicet, fue desbaratada y desarticulada, tras una serie de allanamientos concretados en el centro porteño, los barrios de Almagro y Balvanera y las localidades de Virrey del Pino, Isidro Casanova y Gregorio de Laferrere del partido de La Matanza.
Según se informó, a partir del procedimiento se logró la detención de cinco personas, se incautaron las maquinarias y materias primas, además de secuestrarse 50.000 «barbijos truchos», con el que se habría obtenido una recaudación estimada en 30 millones de pesos.
Los aprehendidos quedaron imputados por los delito de «Infracción a los artículos 201 (Delitos contra la Salud) y 174 (Fraude contra la Administración Pública) del Código Penal y la Ley 22.362 (Copias Adulteradas)», pero también por «tenencia ilegal de armas», ya que en los procedimientos se hallaron siete armas de fuego y más de mil municiones.
«Los estafadores confeccionaban, acopiaban, distribuían y vendían barbijos falseando la marca Atom Protect, sin autorización de comercialización ni cumplimiento de las medidas sanitarias exigidas por la ANMAT», se indicó, agregando que «el negocio ilegal fue rastreado a partir del ciberpatrullaje desde la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental, al detectar un tuit de una empresa que vendía tapabocas apócrifos con el logo del Conicet».
La investigación estuvo a cargo de la División Operaciones Especiales y División Delitos Informáticos Complejos de la Policía de la Ciudad junto al Cuerpo de Investigaciones Judiciales, quienes llevaron adelante los 11 allanamientos, que permitieron, además de las cinco detenciones, la clausura de «los negocios que funcionaban como boca de expendio».
Al respecto, el vicejefe del gobierno porteño Diego Santilli destacó el accionar de la Justicia de la provincia de Buenos Aires «que rápidamente dio lugar a los allanamientos cruzados, pudiendo en muy poco tiempo desbaratar una banda de delincuentes que lucraban con la vida de las personas».
Mientras que el fiscal general de la Ciudad de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques, manifestó que «estos son los momentos en que se genera una cierta ambivalencia.
