Robaron la estatua de Ana Frank que había sido emplazada en puerto madero y la recuperaron en el Barrio 31
Por Alejo Pombo
La estatua en homenaje a Ana Frank, la joven víctima del régimen nazi, que se encontraba ubicada en la Plaza Reina de Holanda, en el Dique 3 de Puerto Madero, fue robada y hallada horas más tarde por la Policía, en el Barrio 31, de Retiro.
Según indicó el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro, a través de su cuenta de la red social Twitter,. la estatua fue encontrada doce horas después cometerse el robo «gracias al despliegue de las cámaras de videovigilancia en el territorio porteño».
Fuentes policiales indicaron que la estatua se encontraba envuelta en trapos y se había iniciado una investigación para dar con los responsables de robo.
Al conocerse el robo, el director del Centro Ana Frank, Héctor Shalom, había expresado que «en momentos tan sensibles del mundo, este acto vandálico roba un símbolo y un emblema del pensamiento humanista que representa a las víctimas del Holocausto, y también lastima el legado de una adolescente».
«El evento nos llena de dolor y tristeza, pero a la vez, para quienes formamos parte del Centro Ana Frank, es también una señal de lo que está ocurriendo, y nos da más fuerza para seguir trabajando por la igualdad de derechos y la memoria», añadió.
Según las imágenes compartidas por el consulado neerlandés, en el lugar sólo había quedado la base del monumento, fabricada en mármol.
La estatua trata de una réplica de la original creada por la artista holandesa Jett Schepp, la cual está exhibida en la plaza de Merwedeplein, ubicada en la capital de los Países Bajos.
Además, es una de las dos únicas copias que existen en el mundo.
Esta escultura había sido colocada en Buenos Aires el 10 de diciembre de 2014, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, y había partido de la iniciativa de la Embajada de los Países Bajos y el Gobierno de la Ciudad de Amsterdam.
En el acto de colocación habían participado el Ministro de Educación, Alberto Sileoni, los embajadores de Países Bajos y Bélgica, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y decenas de estudiantes de distintas escuelas de Capital Federal.
También viajaron especialmente desde Países Bajos la artista Jet Schepp y el rabino Awraham Soetendorp, sobreviviente del Holocausto.