Este viernes partió desde Bariloche rumbo a Cabo Cañaveral, a bordo de un avión Antonov, uno de los más grandes del mundo, el satélite de observación Saocom 1B, lo que implica «volver a poner a la Argentina en la vanguardia de Latinoamérica y la región», consideró el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Carlos Salvarezza
Construido en Argentina, junto al Saocom 1A, que fue lanzado en 2018, constituye la misión espacial nacional más compleja de la historia, que consolida al país como «líder en lo que hace a tecnología de punta», dijo Salvarezza a Télam.
«Argentina vuelve a posicionarse en el plan satelital, en el desarrollo nuclear y en desarrollos de biotecnología», remarcó el ministro y explicó que «en esas tres patas encuentra mucha fortaleza».
Los satélites SAOCOM 1A y 1B conforman la misión SAOCOM y fueron desarrollados y fabricados en el país por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) que depende del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el principal contratista fue Invap -Investigación aplicada-, una empresa del Estado rionegrino con sede central en Bariloche.
Fueron especialmente diseñados para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica u hora del día.
Esto es posible porque las microondas del radar son capaces de atravesar las nubes y «ver» aunque esté nublado, tanto de día como de noche.
Estas características hacen que los SAOCOM sean especialmente útiles para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o antrópicas.
Además, lleva al espacio una compleja tecnología de observación de la Tierra, que representa una mejora en las capacidades de observación respecto de los sensores ópticos usuales.
Se trata de un instrumento activo que consiste en un Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés), que trabaja en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético.
Al ser consultado sobre la implicancia del lanzamiento del Satélite Argentino de Observación con Microondas, el ministro explicó que finaliza «un proyecto que se inició hace muchos años con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y que comprende 4 satélites de Italia y dos con Argentina el SAOCOM 1A y el 1B».
El traslado se iniciará con la salida desde las instalaciones de INVAP/CEATSA, en San Carlos de Bariloche, en un convoy de camiones que transportará unas 42 toneladas de equipamientos hacia el aeropuerto.
Allí se cargarán en el avión Antonov AN 124, el cual despegará de suelo argentino el sábado 22 a la madrugada, con destino a las instalaciones de la empresa SpaceX en Cabo Cañaveral, para los preparativos del lanzamiento que estima será puesto en órbita en la ventana del 30 de marzo a los primeros días de abril.
Respecto a los SAOCOM, el ministro detalló que el 1A empezó a construirse en el año 2013 y el 1B en el 2015, en el marco del Plan Espacial Nacional que lleva adelante el Estado Argentino y «son iniciativas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner».
La estructura del enorme instrumento de observación de 35 metros cuadrados fue fabricada en el país por la CONAE junto con la empresa INVAP, contratista principal del proyecto, la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la UNLP, entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país. Además contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI).
«Este proyecto es muy interesante porque presenta un satélite de observación por radar, es decir, tiene un sistema de radar por microondas que permite visualizar la tierra en condiciones independientemente si está con nubes o no», explicó Salvarezza.
«También permite hacer mapas muy precisos de humedad que son datos muy importantes para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCA) y el Instituto Nacional del Agua (INA); y nos permite tomar decisiones sobre el momento en que sembrar», explicó el funcionario.
En la misma línea, contó que permite prevenir o tener información sobre aprehensión de inundaciones, posibles incendios o deslizamientos de tierras.
«El satélite va a ser puesto en órbita a 620 kilómetros de altura sobre la tierra y va a estar en la misma trayectoria de SAOCOM 1A pero separados de tal manera que va a poder tomar imágenes», informó.
Y explicó que cada 16 días (SAOCOM 1A) barre el mismo exacto punto de la superficie y con la incorporación del 1B «vamos a pasar por el mismo punto cada 8 con lo cual se va a tener una información más detallada de cada punto sobre el cual sobrevuela».
Por otra parte, Salvarezza adelantó que apuestan a la reactivación del Arsat-3, el tercer satélite de comunicaciones geoestacionario que, según el titular de la cartera de Ciencia y Tecnología, «fue discontinuado» por la gestión anterior.