El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, confirmó que a mediados de año habrá un aumento de tarifas “para los sectores que lo pueden soportar”. Según describió en diálogo con la periodista María O’Donnell en radio Metro, se mantendrá la tarifa social y “la lógica de prioridades que los argentinos y las argentinas votaron en octubre”.
Esa “lógica” a la que aludió Cafiero fue el principal argumento expuesto por Alberto Fernández para promover un aumento en las jubilaciones que benefició a quienes tienen los ingresos más bajos.
La ley de Emergencia Económica votada por el Congreso en el inicio del gobierno del Frente de Todos impuso un congelamiento de los precios del gas y la electricidad hasta el 30 de junio. Hasta hoy era una incógnita que camino adoptaría el Poder Ejecutivo. Cafiero confirmó que están trabajando en un nuevo cuadro tarifario que comenzará a regir en julio.
Durante la campaña electoral, el presidente Alberto Fernández había prometido “pesificar” los principales componentes de las tarifas. “No puede ser que haya un sector de la economía dololarizado mientras todos nosotros vivimos en pesos, cobramos en pesos, producimos en pesos… y viene la luz y te la cobran en dólares”, argumentó.
Los Servicios Públicos estuvieron en la mesa de discusión con el Fondo Monetario Internacional durante la misión que culminó ayer. En esos encuentros, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, planteó que no habrá un congelamiento permanente.
Además de la explicación respecto del plazo de congelamiento hasta junio de este año que se estableció, Kulfas dijo que explicó a los técnicos del FMI que “no se trata de un congelamiento permanente ni de sostener este congelamiento parcial por mucho tiempo, sino de hacer una revisión que permita reducir donde sea posible los costos del sistema eléctrico y de gas, y poder generar tarifas razonables y accesibles sobre todo donde hay mayores necesidades”.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijo hoy que el gobierno nacional “está conforme” con el documento emitido ayer por la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) y destacó que “es muy importante para Argentina tener una visión compartida con el Fondo», ya que «genera un espacio más holgado para negociar” con los acreedores privados.
“Estamos conformes con el documento del FMI, pero no estamos contentos porque todavía falta mucho camino por transitar. Hay que seguir siendo muy serios como viene siéndolo nuestro ministro de Economía, Martín Guzmán”, afirmó esta mañana Cafiero en declaraciones a radio Metro.
En ese marco, criticó la gestión de Mauricio Macri al señalar que “el gobierno anterior la pifió en todo y fueron muy irresponsables”.
Ayer, en un documento al término de la misión técnica que finalizó ayer, el FMI aseguró hoy que la deuda pública argentina «no es sostenible», que el superávit fiscal necesario para enfrentar su pago «no es económica ni políticamente factible», y reclamó una «apreciable» quita a los acreedores privados.
El jefe de Gabinete contó que la misión del Fondo “se reunió con distintos ministros que le fueron contando la situación social y ellos entendieron la magnitud del problema» y remarcó que «entendieron que no es una cuestión de voluntad de pago de las deudas que se contrajeron».
«No se trata de tener la voluntad de pagar o no. Sino que nosotros decimos que esto no se puede pagar”, aseveró.
“Nosotros veníamos planteando hace tiempo desde nuestro espacio político sobre este nuevo ciclo de endeudamiento irresponsable de la administración de (Mauricio) Macri y por eso es importante que se reconozca que decíamos la verdad y que no era un argumento electoralista”, añadió el funcionario.
En tanto, Cafiero ratificó que “quedó claro que nuestra intención fue decirle la verdad a la gente de que estábamos -con el gobierno anterior- en un ciclo de endeudamiento muy acelerado, con plazos muy cortos, por lo que la Argentina no iba a poder cumplir”.
También, planteó que “el informe -del FMI- sobre donde está parada la Argentina respecto a su deuda, da el marco para que el país pueda discutir en mejores condiciones”, y aseguró que “el Fondo es árbitro de muchas de éstas negociaciones entre un Estado y sus bonistas, por lo que es importante la visión del FMI porque muchos de estos bonistas son fondos institucionales que piden el aval del FMI a la hora de sellar un acuerdo con el país”.
Sobre la fecha límite del 31 de marzo para acordar con los bonistas, el jefe de Gabinete sostuvo que “es un plazo que nos autoimpusimos porque, después, hay vencimientos muy duros por delante y lo que nosotros necesitamos para esa fecha un marco de referencia de la negociación”.
Finalmente, al ser consultado sobre si el FMI exigió la aplicación de políticas públicas determinadas, Cafiero concluyó: “La conversaciones con el Fondo están encaradas desde otra lógica. Nosotros planteamos que debemos respetar y cuidar la soberanía de nuestro país, respetando el plan económico que diseñamos y, por eso, no recibimos las recetas de políticas públicas porque no las aceptaríamos”.