Por Ale Pombo
Un hombre vivió una experiencia sorprendente mientras disfrutaba de un asado en compañía de su familia en la ciudad de Tolhuin, Tierra del Fuego. Mientras cortaba y se disponía a comer un chorizo, descubrió algo inusual que casi le rompe una muela. El inusual hallazgo resultó ser una bala, un suceso que generó asombro y desconcierto en el momento.
El hombre inicialmente pensó que se trataba de algún material mal procesado, pero al examinar detenidamente lo que había encontrado, se dio cuenta de que era una bala. Afortunadamente, no se tragó el objeto, evitando así una situación potencialmente peligrosa.
El incidente ocurrió durante una reunión familiar en la que se compartía un asado. El hombre había comprado los chorizos en una carnicería local llamada «Pastoriza» y, al cortar el chorizo, notó el objeto extraño en su interior. Sorprendido por el descubrimiento, tomó la decisión de no consumir más los chorizos y tirarlos por precaución.
El hombre, preocupado por la seguridad de su familia y de otros consumidores, decidió presentar una denuncia ante la Dirección de Bromatología del municipio. Espera que se tomen las medidas necesarias para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro y que la mercadería defectuosa sea identificada y retirada del mercado.
En sus propias palabras, el hombre expresó su alivio de no haberse tragado la bala y señaló que esta experiencia le sirvió como advertencia para estar más atento a la seguridad de los alimentos que consume. La historia del inusual hallazgo en un asado ha generado gran interés y conversación en la comunidad local.
