13 octubre, 2024

García Cuerva ante Milei advirtió que «a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie»

El arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, encabezó la ceremonia religiosa por la Independencia del país.

Por Alejo Pombo

El arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, encabezó la ceremonia religiosa por la Independencia del país. En su discurso, reclamó por la unidad y señaló la disparidad entre dirigentes ricos y un pueblo trabajador en pobreza. Participó del acto la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien no estuvo en Tucumán debido a un cuadro gripal.

Durante la celebración del tedeum por el 9 de julio, García Cuerva advirtió sobre la falta de conciencia de algunos dirigentes sobre la realidad de los argentinos y pidió unidad para mejorar la situación del país. «No permitas que lo cascoteemos con intereses mezquinos, con la voracidad del poder por el poder mismo», expresó el arzobispo. También subrayó la importancia de la educación básica como un objetivo primordial para el desarrollo: «La educación básica tiene que ser el primer objetivo de un plan de desarrollo, porque el hambre de instrucción no es menos deprimente que el hambre de alimentos».

En su discurso, García Cuerva hizo un llamado a la reflexión y enfatizó la necesidad de sanar y levantar a Argentina, liberándola de las divisiones y enfrentamientos. «No hipotequemos el futuro», insistió. Abogó por forjar la unidad entre los argentinos y promover consensos y acuerdos para avanzar como comunidad. «Necesitamos aprender a reencontrarnos y reconocer que somos una comunidad; dejar de lado personalismos y generar consensos y acuerdos», dijo.

El arzobispo también pidió dejar de lado los conflictos y las grietas, y buscar la inclusión y dignidad para todos los argentinos. «Señor Jesús, aquella casa histórica de Tucumán es modelo para la Argentina de hoy: que entren todos, que nadie quede afuera, que no haya excluidos, que se agrande la torta, que todos se sienten a la mesa de la dignidad», proclamó. Concluyó su discurso pidiendo a Jesús que Argentina se ponga de pie y que todos los ciudadanos trabajen juntos por el objetivo común de construir una Patria justa y solidaria.

La ceremonia se realizó en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y contó con la participación del presidente Javier Milei y miembros del gabinete nacional.