Por Alejo Pombo
Las funcionarias se van a reunir con las autoridades del RDIF para tratar de acelerar la llegada del componente dos, ante la posibilidad de que en los próximos meses haya circulación comunitaria de la variante Delta.
La ministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini viajaron a Moscú para reunirse con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) con una agenda centrada en el cronograma de entrega de vacunas y el estado de producción de la Sputnik V, poniendo el foco en el componente dos.
Según se informó oficialmente, ambas funcionarias partieron rumbo al país euroasiático para «profundizar el trabajo colaborativo» sobre «la producción y provisión de vacunas contra el Covid».
En ese aspecto, Vizzotti y Nicolini «revisarán» con el Instituto Gamaleya «el cronograma de entregas» de las vacunas.
Las funcionarias compartirán también los resultados de los estudios de intercambiabilidad conjuntos.
Vale recordar que en la Argentina ya se está complementando la primera dosis de Sputnik V con la aplicación de vacunas de Moderna y AstraZeneca, ante el faltante del segundo componente.
Está previsto que ambas «se interioricen en los avances de la investigación de vacunación en adolescentes y pediatría que llevan adelante en ese país, así como también el uso de refuerzos», ante la posibilidad de que la variante Delta tenga circulación comunitaria en los próximos meses.
«La agenda con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) incluye repasar el cronograma de entrega de vacunas, el estado de producción de dosis -especialmente de componente 2- y los pasos a seguir en el marco del trabajo conjunto», se precisó desde el Ministerio de Salud.
No es la primera vez que Vizzotti y Nicolini visitan Rusia para dialogar sobre el arribo de más dosis, aunque esta vez tiene el condimento extra de ser la visita posterior al correo electrónico en el que la asesora presidencial le reclamaba al RDIF por las demoras en la entrega de segundos componentes.
«Como le mencioné hoy, estamos en una situación muy crítica. Nosotros teníamos la esperanza de que, después de la conversación que tuvimos tú, Carla (Vizzotti, (el CEO del RDIF) Kirill (Dmitriev) y yo hace un par de semanas atrás, las cosas iban a mejorar. Pero han empeorado», había lanzado la funcionaria, que llegó a presionar a las autoridades al advertir: «Todo el contrato corre el riesgo de ser cancelado públicamente».
Sin embargo, desde el gobierno bajaron los decibeles tras conocerse el texto, al explicar que este tipo de prácticas son habituales en las negociaciones.
