Una planta industrial dedicada a la fabricación y recapado de neumáticos cerró de forma repentina sus instalaciones en la ciudad de Córdoba y despidió a la totalidad de su personal, unas 40 personas. Se trata de la empresa Industrias del Fuego S.A. (IBF), cuya decisión generó un fuerte conflicto laboral y denuncias por parte del sindicato del sector.
El caso remite a antecedentes recientes, como el cierre inesperado de la empresa Dana Naschel, en la provincia de San Luis, que paralizó su actividad y dejó sin trabajo a cerca de cien empleados entre puestos directos e indirectos.
Desde el gremio señalaron que el procedimiento utilizado por IBF vulnera derechos laborales básicos, ya que la empresa avanzó con el cierre sin abrir instancias de diálogo ni negociación con los representantes de los trabajadores, según consignó la agencia Noticias Argentinas.
Los operarios denunciaron que el cierre se concretó con la presencia de seguridad privada y escribanos, lo que fue interpretado como una maniobra para imponer la decisión empresarial sin posibilidad de resistencia. “Las patronales están desbocadas. Quieren negar que existen leyes laborales”, afirmó Miguel Díaz, delegado sindical, quien calificó la medida como “totalmente desmedida”.
El conflicto se agravó durante la permanencia pacífica de los trabajadores dentro de la planta. Germán Silva, referente del Sindicato del Neumático en Córdoba, denunció que se presentó una acusación falsa para habilitar el desalojo policial. “Hubo una denuncia anónima diciendo que teníamos a un trabajador secuestrado dentro de la planta. Con esa excusa la fiscalía dictó la orden y la policía vino a sacarnos de prepo”, explicó.
IBF había iniciado sus actividades en Córdoba como un emprendimiento industrial de escala media, orientado al mercado interno y al abastecimiento regional. Durante sus primeros años mantuvo una dotación estable y una producción regular, pero con el tiempo comenzó a atravesar períodos de inestabilidad.
Según denuncias sindicales, la empresa registró atrasos salariales, incumplimientos de obligaciones laborales, suspensiones, reducciones de turnos y modificaciones en las condiciones de trabajo, situaciones que motivaron reclamos gremiales y la intervención del Ministerio de Trabajo en distintas oportunidades.
El cierre definitivo de la planta deja a 40 familias sin ingresos y reaviva la preocupación por el impacto de estas decisiones empresariales en el empleo industrial, en un contexto de creciente conflictividad laboral en el sector.