Satélite de la NASA muestra la magnitud de la nube de cenizas por los incendios en el Delta del Paraná
Por Gabriel Rodríguez
La densa humareda provocada por los incendios en el Delta del Paraná no sólo se transformó en una triste postal casi cotidiana para Rosario y sorprendió a la zona del AMBA, sino que las columnas grises también pudieron ser divisadas desde el espacio.
Una imagen capturada por un satélite de la NASA da cuenta de la magnitud del humo originado por los reiterados focos ígneos, principalmente en territorio de la provincia de Entre Ríos.
La fotografía, obtenida a través de la plataforma Worldview del prestigioso organismo espacial de Estados Unidos, data del pasado 19 de agosto.
Mientras los rosarinos pueden ver a diario las llamas y el humo desde su orilla, en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense conmocionó la llegada de la nube de cenizas.
Ante esta situación, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) recomendó a la población «evitar actividades al aire libre, proteger las vías respiratorias y oculares, conducir despacio, mantener la distancia y utilizar luces bajas; además de informarse por autoridades».
La quema de pastizales constituye no sólo un daño irreparable al medio ambiente, sino que también esta acción trae aparejada un aumento en los accidentes viales e importantes consecuencias en la salud de los habitantes alérgicos y no alérgicos.
Según informó la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, «las partículas producidas por el polvo de las cenizas ocasionan alteraciones respiratorias tanto a nivel respiratorio superior (estornudos, irritación ocular, congestión nasal), como síntomas respiratorios Inferiores (tos, falta de aire, silbido en el pecho). Producen además exacerbaciones del asma, de enfermedades alérgicas y EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). También produce aumento de procesos infecciosos como sinusitis y neumonía».
Además, la entidad médica indicó que «hay partículas sólidas y líquidas, como el polvo o las cenizas, que el diámetro es menor a 10 micras pudiendo llegar a los alveolos pulmonares donde se realiza el intercambio gaseoso pudiendo posteriormente estas sustancias pasar a la sangre y traer efectos secundarios en otros órganos».