Por Gabriel Rodríguez
A partir del próximo lunes, se espera un aumento del 5% en el precio de los combustibles, lo que probablemente genere largas filas en las estaciones de servicio. Este incremento mensual en el costo de los combustibles responde principalmente a un nuevo ajuste en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL), el cual será trasladado al precio final por las empresas refinadoras, incluyendo a YPF, Shell, Axion y Puma Energy.
Si bien cada compañía determina de manera independiente el aumento, suele seguir el patrón establecido por YPF, la empresa estatal líder en el mercado de combustibles en Argentina. Según información del sitio web Surtidores, el precio actual de la nafta súper en YPF en la Ciudad de Buenos Aires es de $800, por lo que un aumento del 5% llevaría este valor a $840.
En el caso de la nafta Premium, se espera que su precio pase de los actuales $990 a $1.040, mientras que el gasoil aumentaría de $843 a $885.
Este nuevo ajuste en el precio de los combustibles añade presión económica a los bolsillos de los consumidores, quienes podrían anticipar sus compras de combustible antes del aumento. Se pronostica que las estaciones de servicio experimentarán una alta demanda y largas colas en los días previos al aumento, en un intento por evitar pagar el nuevo precio más elevado.
