Milei veta la nueva fórmula jubilatoria y otorga un bono extraordinario de $70 mil
Milei vetó la reforma de la movilidad jubilatoria aprobada por el Congreso, argumentando que la medida no contemplaba el impacto fiscal ni la fuente de financiamiento. Paralelamente, el Ejecutivo oficializó un bono extraordinario de 70 mil pesos para jubilados y evalúa un incremento adicional del 8%.
Por Alejo Pombo
El presidente Javier Milei vetó la reforma de movilidad jubilatoria sancionada por el Congreso, argumentando que la medida no consideraba el impacto fiscal ni su fuente de financiamiento. El veto, oficializado a través del decreto 782/2024 publicado esta madrugada en el Boletín Oficial, deja sin efecto el proyecto que establecía una nueva fórmula de actualización mensual para las jubilaciones.
Milei justificó su decisión en la necesidad de mantener la sostenibilidad de las finanzas públicas, advirtiendo que la implementación de la ley complicaría la recuperación del sistema previsional y podría generar incumplimientos y deudas con los beneficiarios. Según el Ejecutivo, el costo de la medida para 2024 ascendería a 6.160 billones de pesos, equivalentes al 1,02% del PBI de este año, y aumentaría al 1,64% en 2025.
En su decreto, el Gobierno también convocó al Congreso a actuar con «sensatez institucional» y evitar disposiciones que puedan afectar negativamente las cuentas públicas. El presidente subrayó que la administración de los recursos públicos debe ser realizada de manera responsable, en línea con el programa de gobierno aprobado por los votantes.
Simultáneamente, el Ejecutivo oficializó un bono extraordinario de 70 mil pesos para los jubilados, que beneficiará a los titulares de prestaciones contributivas previsionales a cargo de la ANSES, la Pensión Universal para el Adulto Mayor, y otras pensiones no contributivas. Este bono fue establecido mediante el decreto 783/2024, también publicado hoy.
Además del bono, el Gobierno está evaluando la posibilidad de un incremento adicional del 8% para los jubilados, aunque esta decisión dependerá de la reacción de la oposición tras el veto presidencial.
Horas después del veto, la Oficina del Presidente emitió un comunicado calificando la reforma vetada como un «acto de populismo demagógico» que impondría gastos exorbitantes sin partida presupuestaria, lo que podría llevar a prácticas como la emisión monetaria o el aumento de impuestos, estrategias que, según el Gobierno, han contribuido a las crisis económicas de las últimas décadas.
El Congreso aún puede insistir en la aprobación de la nueva fórmula, pero necesitará el apoyo de dos tercios de los miembros presentes en ambas cámaras para anular el veto presidencial.