Macri: «Necesitamos menos símbolo, menos relato y más verdad»
El presidente Mauricio Macri manifestó en la apertura del 135 período de sesiones ordinarias del Congreso, que «necesitamos menos símbolo, menos relato y más verdad», en una alusión al kirchnerismo, para «sentar bases sólidas y duraderas para sacar a millones de argentinos de la pobreza».
«Nuestro desafío más importante es sentar bases sólidas y duraderas para sacar a millones de argentinos de la pobreza. Para eso necesitamos más acuerdos, menos exaltación, menos símbolo menos relato y más verdad», enfatizó Macri.
Al inaugurará el 135 período de sesiones ordinarias, manifestó que «aparecen las señales de una mejora en la economía», y resaltó: «El 2017 estoy seguro de que será un año mejor que el anterior, lo mismo en el 2018 y 2019. Cada año vamos a estar mejor porque estamos levantando bases sólidas y duraderas».
El discurso del mandatario al abrir el 135 período de sesiones ante la Asamblea Legislativa se extendió 61 minutos, lejos de los 219 minutos que en 2015 tomó su antecesora, Cristina Fernández, a quien, si bien no mencionó, le atribuyó llevar el país «a un enfrentamiento permanente».
«Espero que este año en la relación con el Congreso podamos repetir mucho de lo que vivimos el año anterior, un trabajo responsable y colaborativo. Juntos pudimos ir más allá de nuestras legítimas diferencias y aprobar leyes necesarias para comenzar a resolver muchos problemas», empezó su discurso.
Macri evitó contestar los abucheos y gritos de la oposición, que le recordó el polémico acuerdo del Estado con el Correo Argentino y le mostró carteles pidiendo por Milagro Sala y en respaldo a los docentes: «Agradezco también a todos los argentinos por entender que para conseguir los cambios que necesita el país hace falta tiempo», se enfocó el mandatario.
«Siempre supimos que el camino iba a ser difícil. Son muchos los que no quieren que las cosas cambien, los que resisten, los que ponen palos en la rueda. Pero eso no nos tiene que desanimar. Tenemos que seguir avanzando, aferrados a nuestras convicciones y a nuestros valores», instó.
En su intervención, el Presidente resaltó que «nadie se animaba al largo plazo, a construir las bases para edificar el país que queremos», porque, según observó, es «más fácil mirar al corto plazo, que puede ser atractivo pero se agota y deja a muchas personas peor que antes».
«Superamos lo más difícil de esta transición y el país está cambiando. Argentina se está poniendo de pie. Aparecen las señales de una mejora en la economía y estoy completamente seguro de que 2017 será mejor que el año anterior», remarcó Macri, tramo en el que cosechó aplausos prolongados.
Al mencionar uno de los ejes de la campaña que lo llevó a la Casa Rosada, recordó que el «desafío más grande es sacar a millones de argentinos de la pobreza. Para hacerlo necesitamos más acuerdos y más realidades, menos exaltación y menos símbolos, menos relato y más verdad».
«Hay que acabar con el enfrentamiento que nos ha estancado y dar paso a una cultura de diálogo, de comprensión, de trabajo y entusiasmo. A algunos les parecerá menos épico que la retórica de las grandes batallas, pero no asumimos la presidencia para que nos hagan un monumento», deslizó.
En igual línea, dijo que no creer «en liderazgos mesiánicos. Vinimos a la política a encontrar soluciones, dialogando y trabajando juntos. Pese a los miedos que muchos querían imponer, mantuvimos, ampliamos y fortalecimos derechos sociales».
«Después de una década de despilfarro y corrupción» se comenzó a «normalizar el sector energético», subrayó ante legisladores, ministros, jueces de la Corte y diplomáticos.
Macri sostuvo que «las obras, los proyectos, los vamos a alcanzar si nos unimos. Durante años fuimos conducidos a un enfrentamiento permanente, padeciendo persecuciones y un estilo de pensamiento que descalificaba al otro».
«El diálogo no sólo es nuestra metodología. Es nuestra manera de entender la política y la vida. En Argentina ha vuelto el diálogo», afirmó.
Según el Presidente, «la política misma tiene que cambiar para representar ese cambio que ya está en la sociedad. No nos sirve más la lógica de guiarnos por el cinismo, la desconfianza y la resignación».
«Después de 15 meses de gestión, sigo convencido de que se puede. Durante el último año hablé con muchos, pero el mensaje que más escuché fue el más sencillo. Me dijeron, una y otra vez ‘no aflojes, no aflojes'», reveló.
En el cierre de su discurso, enfático, Macri pidió: «No aflojemos. No nos demos por vencidos, no perdamos la esperanza y la ilusión. No hagamos caso a las voces que quieren desanimarnos».
«Argentina se está poniendo de pie. Sigamos confiando en lo que podemos juntos, con todo el entusiasmo de hacer», cerró.