Horror en Olavarría: asesinó a su pareja, a su hija de 4 años y se suicidó
Por María Cruz*
Horror en Olavarría: asesinó a su pareja, a su hija de 4 años y se suicidó
Un nuevo caso de violencia extrema sacudió a la localidad de Espigas, en el partido bonaerense de Olavarría, donde un hombre asesinó brutalmente a su pareja y a su hija de cuatro años, y luego se suicidó dentro de su vivienda en un establecimiento rural.
El hecho ocurrió en el campo identificado como “Rincón 18”, donde vivía la familia. Las víctimas fueron identificadas como Daiana Soledad Contreras (34) y su hija Zendaya Uhart (4). El autor del crimen, Miguel Ángel Romero (40), fue hallado sin vida, ahorcado en el picaporte de la puerta principal.
🔹 Descubrimiento y escena del crimen
El horror fue descubierto el jueves 3 de julio por el encargado del campo, Walter José Valenzuela, quien, al no recibir señales de vida por parte del peón, se acercó a la casa familiar. Al mirar por una ventana, vio los cuerpos de las dos mujeres en el suelo y a Romero colgado.
De inmediato se dio aviso a la Policía, que preservó el lugar, convocó a Policía Científica y dio intervención a la UFI N° 7 de Olavarría, a cargo del fiscal Cristian Urlezaga. Más tarde, el caso fue derivado a la UFI N° 5 especializada en Violencia de Género, bajo la fiscal Mariela Viceconte.
🔹 Confirmación forense y evidencia
Durante el procedimiento, se secuestraron tres teléfonos celulares, una faja pampa y un cuchillo con manchas de sangre. Las autopsias confirmaron que Contreras murió por estrangulamiento y la niña sufrió un fuerte golpe en la cabeza, con hundimiento de cráneo. Romero habría intentado suicidarse con el cuchillo, pero finalmente se ahorcó.
La causa fue caratulada como femicidio seguido de suicidio, imputando a Romero como autor del doble homicidio. Los cuerpos fueron trasladados a la morgue de Policía Científica de Azul, donde se realizaron las pericias correspondientes.
🔹 Investigación en curso
La Justicia investiga el entorno familiar y el contexto previo al crimen, en busca de antecedentes de violencia o denuncias previas. Las autoridades no descartan que la mujer haya vivido una situación de violencia de género sistemática.
El caso generó profunda conmoción en la comunidad rural, donde la familia residía y era conocida. El femicidio reaviva la alarma sobre los riesgos en contextos de encierro y aislamiento, y la urgencia de reforzar las políticas de prevención.