20 abril, 2024

Ha comenzado la tercera guerra mundial, asi lo asegura un alto funcionario de Ucrania

Mykhailo Podoliak, afirmó hoy que la Tercera Guerra Mundial «ya ha comenzado, pero el mundo no lo entiende», horas después del presunto ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia en territorio ucraniano.

Por Gabriel Rodriguez

El asesor presidencial de Ucrania, Mykhailo Podoliak, afirmó hoy que la Tercera Guerra Mundial «ya ha comenzado, pero el mundo no lo entiende», horas después del presunto ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia en territorio ucraniano.

En una rueda de prensa en la ciudad de Lviv, Podoliak dijo que la comunidad internacional «aún no puede creer» que tales acontecimientos sean posibles en 2022, según reportó el sitio web de noticias Ukrinform en su versión en español.

«Éstas son manifestaciones concretas de la Tercera Guerra Mundial», resaltó el funcionario, luego de que tropas rusas bombardearan supuestamente la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, una semana después de haber invadido Ucrania por orden del líder del Kremlin, Vladimir Putin.

En este sentido, Podoliak consideró que Occidente todavía no comprende plenamente que «las acciones de los invasores son una amenaza terrorista para el mundo».

«Desafortunadamente, el mundo occidental, nuestros socios, aún no entienden completamente que ésta es una amenaza terrorista para el mundo. Dado el hecho de que la planta de energía nuclear de Zaporiyia fue bombardeada. Esto es un sinsentido», sostuvo.

Asimismo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, enfatizó que prevenir el «terrorismo nuclear de Rusia» es una tarea común con Europa.

El mandatario se expresó en estos términos durante una conversación telefónica que mantuvo este viernes con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

En tanto, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) rechazó la posibilidad de crear una zona de exclusión aérea en Ucrania, lo que podría demandar el uso de aviones de combate propios para enfrentar a las fuerzas rusas.

«Hemos dejado en claro que no vamos a entrar en Ucrania ni por tierra ni por los espacios aéreos ucranianos», remarcó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que insistió en que esa organización busca evitar que la guerra se traslade a toda Europa y a sus demás naciones aliadas.

En las últimas horas, las autoridades de Francia y del Reino Unido, además de Ucrania, acusaron a Rusia de atacar de forma deliberada la central nuclear de Zaporiyia, donde se registró un incendio tras una presunta ofensiva militar rusa perpetrada durante la madrugada europea.

Sin embargo, el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, denunció en la sede de la organización en Nueva York que el incendio que se desató en esa planta fue obra de «saboteadores ucranianos».

Estados Unidos, por su parte, tildó de «crimen de guerra» el supuesto ataque contra la central nuclear, que por estas horas se encontraba dominada por tropas rusas.

Mortífero ataque ruso en Chernígov.

Este viernes, Podoliak, también dijo que Ucrania no confía «en absoluto» en Rusia, por lo que demandó la participación de un mediador internacional «responsable» para las conversaciones con representantes del gobierno de Moscú y cuya tercera ronda está prevista para este fin de semana.

En el país invadido, los combates continuaron en las últimas horas, en tanto se elevó a 47 el número de víctimas fatales en la ciudad de Chernígov, en el norte ucraniano, debido a un ataque aéreo ruso convertido hasta el momento en el más mortíferos desde el comienzo de las hostilidades, el pasado 24 de febrero.

En el mismo sentido, Ucrania denunció que en lo que va de la contienda armada, 28 niños murieron y 64 resultaron heridos a causa de los ataques rusos, los que consideró como «crímenes de guerra» cometidos por las fuerzas invasoras.

En cuanto a la cifra global de víctimas fatales que causó hasta el momento el conflicto bélico, el número es una incógnita, según coinciden medios europeos, aunque el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Igor Konashenkov, calculó en 2.700 los muertos en Ucrania y en 3.700 los heridos.

Por otra parte, autoridades ucranianas contabilizan más de 9.000 bajas en filas rusas, una información que contrasta con la que suministra su enemigo.

En medio de la contienda, la asesora del presidente de Ucrania sobre derechos y rehabilitación de los niños, Daria Gerasymchuk, denunció: «Hospitales de maternidad, jardines de infancia y escuelas han sido destruidos. Alrededor de un millón y medio de niños permanecen en las áreas afectadas por los bombardeos y bajo asedio, incluidos huérfanos y niños con discapacidades que requieren asistencia inmediata».

Con respecto a lo que sucede en el teatro de operaciones, Ucrania afirmó que en la región de Sumy, su ejército detuvo los vehículos enemigos que se dirigían a Kiev, de acuerdo con el jefe de la Administración Militar Regional de aquel distrito, Dmytro Zhyvytskyy.

Subrayó que publicó fotos en redes sociales del equipo militar ruso destruido, que avanzaba hacia la capital, en la carretera Kipti-Bachivsk.

Zhyvytskyy informó que la situación en los distritos de Shostka y Konotop es más o menos tranquila: «Hay interrupciones con la luz y el agua. La defensa territorial trabaja, los servicios públicos funcionan. Las necesidades de las comunidades se satisfacen tanto como sea posible», dijo.

Por otra parte, se informó que una unidad de defensa aérea ucraniana cerca del pueblo turístico de Zatoka derribó un avión ruso que atacaba una de las infraestructuras militares.

Del lado ruso, indicaron que el impacto de un proyectil del Ejército de Ucrania en una canalización dejó sin suministro de agua a los habitantes del pueblo de Záitsevo, en las afueras de la ciudad de Górlovka, en la región separatista de Donetsk.

Finalmente, el representante de la Milicia Popular de la presunta «República de Donetsk» Eduard Basurin dijo que una mujer murió y otras 12 personas resultaron heridas a causa del fuego lanzado por militares ucranianos desde los sistemas de cohetes múltiples Grad hacia la principal ciudad de la región.