14 mayo, 2024

El nuevo régimen talibán anunció una amnistía general

También se aseguró que no habrá hostilidades, las mujeres podrán trabajar y los medios serán «imparciales». Pero siempre en el marco de la ley islámica. «Perdonamos a todos por el beneficio y la estabilidad», dijeron.

Por Alan Fox

Los talibanes declararon una «amnistía general» tras la toma de poder en Afganistán, llamando a la reconciliación y asegurando que las mujeres podrán trabajar en el marco de la ley islámica, que regirá también el nuevo Gobierno del país.

«Hay una amnistía general, por lo que no habrá hostilidades», aseguró el principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, que por primera vez en décadas se mostró en público, mientras pedía a la población que dejase de sentir miedo y no huyese de Afganistán, en un intento del nuevo régimen de mostrarse más moderado que cuando implementaron un gobierno brutal, entre 1996 y 2001.

«Hemos perdonado a todos por el beneficio y la estabilidad en Afganistán», remarcó el portavoz en un mensaje de unidad en el que también subrayó los planes de formar un sistema de Gobierno «islámico y fuerte», basado en los valores de la sociedad afgana e inclusivo, y que tendrá «buenas relaciones con todo el mundo».

Pese a que los talibanes todavía no formaron oficialmente un Gobierno ni designado a los líderes que lo dirigirán, adelantaron que las mujeres no van a ser discriminadas y que van a poder seguir estudiando y trabajando, siempre que sea bajo el marco de la ley islámica.

«Vamos a permitir que las mujeres trabajen y estudien (…) las mujeres van a ser una parte muy activa en la sociedad, pero en el marco del islam», subrayó, ya que «se necesita a las mujeres y se les va a permitir trabajar», sobre todo en la salud y la educación, destacaron.

Aunque se desconoce cuál va a ser el papel de la mujer en los medios de comunicación, el principal canal de noticias afgano Tolo abrió este martes la emisión con una presentadora entrevistando a un talibán, una imagen impensable durante el pasado régimen insurgente, cuando las mujeres fueron relegadas a las tareas domésticas y solo podían salir de casa acompañadas por un hombre.

Asimismo, los talibanes auguran una visión de los medios «imparcial», en el que se podrá «criticar» el trabajo del Gobierno de manera «libre e independiente», aunque, una vez más, bajo el marco de la ley islámica.

También afirmaron que pondrán fin a la plantación de opio en el país, pese a que la comunidad internacional siempre ha criticado a los talibanes por aprovecharse de estos cultivos para financiar el conflicto con Estados Unidos.

La primera rueda de prensa por parte de los talibanes, tras la conquista del país, se produjo luego de la llegada del mulá Baradar Akhund, jefe de la oficina política de los insurgentes en Qatar.

Esta sería aparentemente la primera vez desde la caída del régimen talibán con la invasión estadounidense en 2001, que una delegación de tan alto nivel de los talibanes viaja a Afganistán, y es muy significativo que su primer destino no sea Kabul, sino la meridional Kandahar, cuna del movimiento talibán.

En tanto, tras la dramática situación que se vivió el lunes, con seis muertos por el caos y la desesperación por tratar de huir de Afganistán, Estados Unidos tomó el control total del aeropuerto mientras los talibanes, en un aparente pacto de no agresión, protegen las inmediaciones para reforzar la seguridad. «La multitud fue expulsada anoche (por el lunes) y llevada fuera del recinto del aeropuerto de Kabul y ahora la situación está en calma y bajo control», dijo un empleado de la aerolínea privada afgana Kam Air.

No darán sustento a los terroristas

Luego de proclamar su victoria, el nuevo régimen talibán afirmó que no permitirá a ningún «combatiente extranjero» utilizar el territorio afgano para atentar contra otros países.

Sobre los «combatientes extranjeros (…) aseguramos a la comunidad internacional que el suelo de Afganistán no se va a usar contra nadie», afirmó Zabihulla Mujahid.

«Cualquiera que quiera usar nuestro territorio contra otros países no se lo vamos a permitir en absoluto», insistió el portavoz, en una intervención en la que repitió en tono conciliador que Afganistán busca buenas relaciones con todos los países. Estas declaraciones de Mujahid se enmarcan en el pacto alcanzado con los talibanes en febrero del año pasado en Doha, en el que se comprometieron a no permitir que el territorio afgano se usara de santuario para que grupos terroristas pudieran organizar desde ahí atentados o ataques a otras naciones extranjeras. Fue precisamente uno de esos «combatientes extranjeros», Osama bin Laden, quien organizó desde territorio afgano, y amparado por los talibanes durante su régimen entre 1996 y 2001, los atentados del 11-S en Estados Unidos, de los que se cumplirán veinte años.