2 mayo, 2024

El consumo en supermercados y almacenes de barrio cayó un 13%

El consumo de los argentinos en los supermercados de capitales nacionales, almacenes y quioscos cayó un 13,2% anual en febrero y anotó así el noveno mes consecutivo de contracción, según un informe.

Por Alejo Pombo

El consumo de los argentinos en los supermercados de capitales nacionales, almacenes y quioscos cayó un 13,2% anual en febrero y anotó así el noveno mes consecutivo de contracción, según un informe.

El consumo de los argentinos en los supermercados de capitales nacionales, almacenes y quioscos cayó un 13,2% anual durante el pasado mes de febrero y anotó así el noveno mes consecutivo de contracción, según informe sectorial.

El nivel de facturación ha crecido 24,7% en comparación con el mismo mes del año pasado, pero se redujo notablemente la cantidad de mercadería comercializada, dice el informe elaborado por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA).

A lo largo del primer bimestre del año, la facturación de los supermercado se ha incrementado en un 31,1% en términos nominales en el área metropolitana, con una caída de ventas del 7,8%; mientras que en el interior el ticket global creció 29,9%, mientras la cantidades vendidas bajaron 8,2%.

«Las superficies más chicas son las más afectadas por la perdida en consumo, de la misma manera que las zonas de niveles socioeconómicos (NSE) más bajos del Gran Buenos Aires», dice el informe.

El informe dice que las ventas de los kioscos y almacenes se ha derrumbado un 17,2% anual durante el segundo mes del año mientras que las de los autoservicios cayeron 11,4% y las de los supermercados, 4% en el mismo período.

El rubro de alimentos y bebidas es el eje que explica la mayor parte del consumo de los argentinos, dado que concentró el 90% del volumen de la canasta ya que no se incluyen aquí los grandes supermercados, señala el informe.

A partir de marzo de 2020 las primeras marcas recuperaron parte del volumen tomado por las segundas líneas durante el 2019, sin embargo aún hay una fuerte reducción del surtido en primeras marcas.

Ese fenómeno se dio porque las familias de poderes adquisitivos medios y altos continuaron comprando mercaderías mientras que las e más bajos ingresos fueron espaciando sus adquisiciones, en un contexto en el que el Estado repartió alimentos.

«Las segundas marcas se encuentran desarrolladas en los niveles socioeconómicos bajos, teniendo oportunidad de crecer en sectores más altos en algunas categorías particulares donde ya tienen buena penetración», dice el informe.

En el rubro alimentos la recuperación por parte de las primeras marcas es más marcada, impulsada principalmente por los incrementos de precios en las segundas marcas, señalaron CAS y FASA en su análisis de consumo.

Las aguas saborizadas, los jugos en polvo, los vinos y las cervezas hasta 500 centímetros cúbicos mostraron las caídas en volumen más importantes respecto de febrero 2020, algunos con fuertes incrementos de precios.

Darío Hernández, gerente de cuentas de Scanntech, señaló al presentar el informe que «alimentos y bebidas son el driver de la caída, concentrando el 90% del volumen de la canasta».

Los precios crecieron 42,7% en febrero, la facturación 24,7% y los tickets, 27,1%; la gente está yendo menos a la tienda pero compra más productos en la visita.

El INDEC difundirá hoy el Indice de Precios al Consumidor de febrero último y, según las estimaciones, registrará una leve desaceleración.

Además de la caída en el consumo, se percibe poca oferta de primeras marcas y escaso potencial en las segundas.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, destacó que la inflación es un tema que «se resuelve desde lo macroeconómico» y con «políticas específicas de comercio interior». «La inflación es un problema macroeconómico», sostuvo.

«Hay gente que piensa que la inflación se resuelve a través de controles, que son necesarios, pero la cuestión de fondo es que el tema se resuelve desde la macro y llevando políticas específicas de comercio interior», subrayó. En este marco, el ministro destacó la «posición constructiva» de muchos empresarios con los que «se puede dialogar».

En lo que respecta al programa de desarrollo económico encarado por el Gobierno nacional, dijo que se puso en marcha una «agenda innovadora» para el desarrollo de exportaciones inéditas y citó el caso de la electromovilidad y del uso medicinal del cannabis.

En el caso del desarrollo de la industria de la electromovilidad que, aplicada a los diferentes medios de transporte, permite el reemplazo de motores a combustible fósil, Kulfas sostuvo que «tenemos la posibilidad de hacer una cadena de valor para generar una industria nueva, que no existe en el país».

«El mundo avanza al reemplazo de los vehículos que funcionan a combustible fósil por vehículos eléctricos que no son contaminantes, tenemos el litio, tenemos la posibilidad de hacer una cadena de valores y estuvimos conversando con inversores para el desarrollo completo para que hagamos las baterías en el país, para que hagamos vehículos», detalló.