El consumo de leche por habitante cayó 20% en los últimos cinco años, mientras que el de yogur se desplomó 35% en la última década, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores.
Así surge de un informe del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), que ubicó al consumo de lácteos en los mismos niveles del 2003: 170 litros por año per cápita.
En tanto, en otras categorías lácteas como el yogur, el consumo per cápita cayó 35% desde el 2008.
«La crisis económica que ha venido padeciendo la cadena láctea de Argentina, no sólo ha provocado la paulatina desaparición de tambos sino que pulverizó la oferta industrial a punto tal que, según los últimos informes sectoriales, el 64,3% de la producción se reparte entre nada menos que 33 empresas», indicó el reporte.
Por un lado, se expone cómo los factores económicos y, en algunos casos climáticos, han venido conspirando contra el sostenimiento de la actividad primaria desarrollada por los tamberos, lo que ha provocado la desaparición del 43% de los tambos en los últimos 20 años.
Quedan unos 10.287 establecimientos, lo que implica una variación negativa anual de 8,7%, según los datos del OCLA.