Activistas de varias organizaciones por los derechos de la comunidad homosexual y trans de Argentina recibieron hoy un reconocimiento de la Legislatura porteña por poner en marcha el Orgullo Gay en 1992, y continuar en lucha por una inmediata «ley antidiscriminatoria», afirmó César Cigliutti, de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
«A propuesta del legislador Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica ARI, y aprobado por unanimidad en la Legislatura, nos otorgan un reconocimiento por haber organizado la primera marcha hace 25 años», que en sus tres primeras ediciones se realizó en junio y en las siguientes, el primer sábado de noviembre, dijo Cigliutti a Télam.
En el imponente y relumbrante Salón Dorado de la Legislatura de la Ciudad se reencontraron integrantes de organizaciones diversas que en la unión han potenciado sus particularidades para marchar de a decenas de miles cada noviembre, con desbordante festividad y sin declinar las reivindicaciones comunes.
El activista cuenta: «He estado en varias marchas y estoy orgulloso de las nuestras en Argentina, las mejores de todas porque combinan el festejo y el reclamo».
Respecto a las combativas manifestaciones que a nivel internacional suelen ser reprimidas, Cigliutti evocó que «hemos también recibido palazos y nos llevaban presos; yo me conozco todas las comisarías sacando gente, buscando compañeros, como parte de la lucha».
«Acá, por suerte, si bien tenemos casos de discriminación, crímenes de odio de personas travestis, gays y lesbianas, la realidad es diferente y la intensidad es diferente», evaluó.
«¿Conseguimos todo? No. Conseguimos mucho. Sí. Estamos bien y vamos a estar mejor», evaluó.
En lo inmediato, «hay que aprobar la ley antidiscriminatoria, y lo digo así, con el dedito levantado», desafió irguiendo el índice.
«Vamos a presentar un nuevo proyecto de ley -el anterior perdió estado parlamentario- que pondrá acento en la inclusión de la identidad de género y hará hincapié no tanto en la penalización sino en la educación y la reparación», definió.
Los diplomas fueron recibidos por activistas de Gays por los Derechos Civiles; Convocatoria Lesbiana; Transexuales por el Derecho a la Vida y a la Identidad; la Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina; el Grupo de Investigación en Sexualidad e Investigación Social; Cuadernos de Existencia Lesbiana e Iglesia de la Comunidad Metropolitana, y estuvo en el recuerdo la activista transgénero Lohana Berkins.
El legislador Ferraro expresó que «muchos nombres propios abrieron el camino a lo que hoy son los avances en derechos, como la Ley de Matrimonio Igualitario, la de Género, y una nueva ley antidiscriminatoria para nuestro país».
«Hacemos el reconocimiento para construir a la memoria, al presente y al futuro de las nuevas generaciones de las organizaciones políticas y el activismo LGTB, para que sepan que nada fue fácil en el ’92, cuando salieron esas 150 personas a decir que tenían orgullo y querían ‘libertad, igualdad y diversidad'», concluyó.
En las cercanías de la Legislatura, unas 300 personas se aprestaban a marchar desde la Plaza de Mayo al Congreso en protesta contra los ‘travesticidios’, «pidiendo más vida para las ‘travas'», dijo a Télam Cintia Maldonado, sobrina de Diana Sacayán, activista que logró en 2012 su DNI con nueva identidad, y que fue asesinada el año pasado.