3 mayo, 2024

Desde enero de 2002 que en Diputados no se convocaba un fin de semana para votar leyes

En la historia del Congreso hay pocos precedentes de sesionar un sábado, las últimas excepciones datan de uno de los períodos más tristemente extraordinarios que atravesó la democracia argentina como la crisis del 2001 y 2002.

Por Alejo Pombo

Salvo casos muy especiales que requieren tratamiento de emergencia, ninguna de las Cámaras (Diputados o Senadores) del Congreso de la Nación, convoca sesiones los fines de semana.

Ese fue el motivo por el cual en los pasillos del Congreso se sentía el desconcierto ante la atípica decisión del oficialismo, que tomó por sorpresa a propios y extraños.

El impulso de una convocatoria a sesión para este sábado a las 11:00 en el que se debatirá los cambios en el impuesto a las Ganancias, las modificaciones en el régimen de monotributistas y otros temas que tienen el visto bueno de la mayoría legislativa, generó malestar en muchos integrantes del cuerpo legislativo, que se preguntaron si habiendo una sesión convocada el día jueves en donde la oposición llamó a tratar en sesión especial la ley de biocombustibles, no se llamó a sesión ese mismo día en otro horario, donde el Congreso en su totalidad estaría en pleno ejercicio.

En la historia del Congreso hay pocos precedentes de situaciones de este tipo, ya que las últimas excepciones datan de uno de los períodos más tristemente extraordinarios que atravesó la democracia argentina como fue la crisis del 2001 y 2002.

En medio de un estado de ebullición del país por la gravedad de los conflictos sociales, económicos e institucionales, con presidentes que se iban sucediendo unos a otros en cuestión de días, el sábado 22 de diciembre juró como presidente de la Nación Adolfo Rodríguez Saá en el marco de una Asamblea legislativa que se inició a las 21:41 de la noche y se prolongó hasta las 9:56 del día siguiente.

El sábado 5 de enero la Cámara de Diputados sesionó para derogar la ley de Convertibilidad, instrumento económico que agonizaba y que ese día recibió su sepultura.

Al día siguiente, domingo 6 de enero, el Senado convirtió en ley el proyecto de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario, el cual no solamente ponía fin a la paridad 1 a 1 entre el peso y el dólar, sino que además declaraba la emergencia económica, pesificaba las deudas del sistema financiero hasta 100.000 dólares y de tarjetas de crédito, y suspendía por tres meses los despidos.

Solo fueron esas jornadas, más allá de las Asambleas Legislativas del 1 de marzo que coincidieron con un sábado o un domingo.

El otro caso fue un sábado 24 de marzo de 2012, el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, convocó a una sesión pero no para votar leyes, sino para rendir un homenaje a los integrantes del tribunal que participaron del juicio a las Juntas Militares.

Varios legisladores manifestaron su disconformidad al conocer la noticia de la sesión que Máximo Kirchner, y la queja más notoria fue que muchos diputados y diputadas tienen que viajar desde el interior del país y los vuelos que conectan la ciudad capital con el interior no están normalizados, provocando grandes trastornos en la organización de los viajes de muchos integrantes de la cámara.