19 abril, 2024

Coronavirus en Brasil: Los muertos llegaron a 800 y superaron los 15.000 contagios

Con 2.210 casos confirmados y 133 muertos, la expansión del coronavirus dio un salto en las últimas 24 horas en Brasil, que acumulaba hoy 15.927 contagios y 800 fallecimientos por la enfermedad, se informó oficialmente.

Con 2.210 casos confirmados y 133 muertos, la expansión del coronavirus dio un salto en las últimas 24 horas en Brasil, que de ese modo acumulaba hoy 15.927 contagios y 800 fallecimientos por la enfermedad, se informó oficialmente.

El ministro de Salud, Luiz Mandetta, afirmó al dar los datos en conferencia de prensa que el país debe “mantener la calma” y evitar caer en debates políticos acerca de la necesidad del aislamiento social o los supuestos beneficios de la cloroquina.

Mandetta ratificó que la cuarentena es “el único método efectivo” para contener la propagación del coronavirus y aconsejó a los brasileños “no relajar” el encierro, según la agencia de noticias EFE.

La política de Bolsonaro frente a la pandemia fue criticada hoy por el presidente de la Argentina, Alberto Fernández: “Cruzamos la frontera y tenemos un estropicio”, dijo.

“Tenemos en Brasil un país que no ha prestado atención adecuadamente al tema y ahí viven 200 millones de personas”, indicó Fernández, quien destacó que «limita con todas los países de América latina, salvo Chile».

Asimismo, Mandetta informó que el gobierno firmó hoy el primer contrato con un grupo de empresas nacionales que fabricarán respiradores con el objeto de sustituir las compras a China, cuyas fábricas no dan abasto ante la elevada demanda mundial.

El ministro dijo además que el gobierno resolvió que los hospitales de pequeños municipios poco afectados por el coronavirus, que son mayoría en el país, quedarán reservados para pacientes “que tengan una menor complejidad”.

Paralelamente, los hospitales de las grandes ciudades, que en general tienen mejor infraestructura, atenderán “casi totalmente” a los pacientes con coronavirus, que se concentran principalmente en esa clase de urbes.

En este contexto, las mayores favelas de Brasil se vieron obligadas a contratar ambulancias, fabricar sus propias máscaras y crear una red solidaria para hacer frente a la pandemia,

En Paraisópolis, la segunda barriada más grande de San Pablo, se aferraron a la autogestión para evitar que la pandemia penetre en los sinuosos laberintos de casas de que concentran a unas 100.000 personas en condiciones muy precarias.

Los cortes de agua son habituales desde las 20 hasta las 6 del día siguiente, mientras las máscaras y el gel desinfectante se han convertido en artículos de lujo. Mientras, los contagios aumentan cada día y, según el Ministerio de Salud, lo peor está por llegar.

Ante la falta de las autoridades públicas, algunas de las principales favelas de Brasil, donde viven 13 millones de personas, 6% de la población del país, crearon la figura del «presidente de calle».

Se trata de un vecino voluntario que se encarga de vigilar y dar apoyo a las 50 familias de su entorno más próximo.

Ellos son los encargados de dar la voz de alarma si alguno de los vecinos de su zona presenta síntomas de coronavirus y alertar al equipo médico contratado, según la agencia de noticias EFE.

Sin embargo, los líderes vecinales no saben por cuánto tiempo podrán mantener esa estructura sanitaria, pues su costo diario equivale a unos 1.000 dólares.