Por Alejo Pombo
El empresario Lázaro Báez fue condenado hoy a 12 años de prisión al término del juicio oral en el que se lo investigó por maniobras de lavado de dinero por más de 55 millones de dólares entre 2003 y 2015.
El Tribunal Oral Federal (TOF) 4 también halló responsables a los hijos del empresario, a su contador Daniel Pérez Gadín; a su abogado Jorge Chueco; al «valijero» Leonardo Fariña (a quien se le redujo la pena en función de su colaboración con la investigación) y a los financistas que facilitaron el lavado, entre otros.
Martín Báez fue condenado a 9 años de prisión como coautor de la maniobra, Leandro a 5 años y Luciana y Melina a 3 años de prisión de cumplimiento en suspenso, dado que figuran como beneficiarios de las cuentas radicadas en Suiza por las que circuló el dinero al que luego se le buscó dar apariencia de legalidad.
Además, el TOF 4 le impuso a Báez padre, quien hasta que la sentencia quede firme continuará con prisión domiciliaria, una multa de 8 veces el monto de las operaciones investigadas y dispuso el decomiso de más de 60 millones de dólares producto de los hechos investigados.
La mayoría de las condenas –como en el caso de la de Báez- fueron dictadas por una mayoría integrada por los jueces Néstor Costabel y Adriana Palliotti, mientras que su colega Gabriela López Iñiguez votó en disidencia porque discrepó, por ejemplo, en el monto de la pena del empresario y en el análisis del delito precedente a partir del cual se habría generado el dinero que luego fue lavado.
Para los jueces Costabel y Palliotti, el delito que dio origen al dinero está en maniobras de evasión impositiva y también vinculado al supuesto direccionamiento de la obra pública que se juzga en otro tribunal mientras que para la tercera jueza el juicio oral solo arrojó luz sobre las maniobras de evasión impositiva, según pudo reconstruir Télam.
En el caso de López Iñiguez había votado por aplicar a Báez una condena de 7 años y medio de prisión, más cercana a la que finalmente recibieron los financistas Martín Eraso (4 años y medio) y Juan De Rasis (6 años), quienes facilitaron la colocación momentánea del dinero lavado en cuentas del banco suizo Lombard Odier.
En el caso del valijero Fariña, el tribunal decidió condenarlo a 5 años de prisión mientras que durante la lectura del veredicto se aclaró que la pena le fue reducida en 3 años respecto de la que le correspondía “por su rol de imputado colaborador”.
De los restantes 27 imputados, el contador Pérez Gadín y el abogado Chueco fueron condenados a 8 años, Julio Mendoza, quien fuera presidente de Austral Construcciones, a 6 años y el piloto Walter Zanzot a 5 años de prisión.
También fueron condenados Claudio Bustos (4 años y 6 meses), Fabián Rossi (5 años) y el financista Federico Elaskar (4 años y 6 meses), entre otros.
Báez está con prisión domiciliaria desde septiembre pasado, cuando la Cámara Federal de Casación Penal ordenó darle ese beneficio, y siguió las alternativas del juicio por videoconferencia, al igual que sus cuatro hijos.
El mayor de ellos, Martín Báez, está detenido en la cárcel de Ezeiza desde febrero de 2019 por orden del Tribunal, ante una denuncia por un intento de transferir cinco millones de dólares cuando estaba inhibido, y semanas atrás la Cámara de Casación ordenó que se analice la posibilidad de morigerar su situación por el prolongado tiempo que lleva en prisión preventiva.
El juicio comenzó en octubre de 2018 y en los primeros tramos del debate se preveía una duración de ocho meses, pero se sumaron inconvenientes que corrieron esos plazos hasta que, finalmente, la pandemia por coronavirus derivó en la suspensión de las audiencias desde el 20 de marzo último hasta junio pasado, cuando se reanudó de manera virtual.
Báez fue detenido en abril de 2016 por orden del juez federal Sebastián Casanello, que instruyó la causa, en la que intervino el fiscal Guillermo Marijuan.