7 mayo, 2024

Acusan a Bolsonaro en las calles de «genocidio sanitario»

Los participantes demandaron más vacunas contra el Covid-19, después de que se conoció que el Gobierno brasileño rechazó en varias ocasiones una primera remesa de vacunas de Pfizer.

Por Alan Fox

En el día que Brasil alcanzó los 500.000 muertos por Covid 19, el equivalente a 3,8 veces las víctimas de la bomba nuclear de Hiroshima, el presidente Jair Bolsonaro sufrió la peor protesta nacional de su mandato, con centenares de miles de manifestantes que acudieron con tapaboca en más de 450 ciudades con un pedido central: su renuncia por «genocidio sanitario».

Ajeno a esta clima político y justo cuando se conoció la marca de los 500.000 muertos, Bolsonaro publicó un video homenajeando a los policías que persiguen a un asesino serial en los montes de Brasilia.
«Brasil no se merece a Bolsonaro, hay que sacarlo por juicio político o por elecciones, lo que sea posible», dijo el ex candidato presidencial del opositor Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad, presente en el acto en la avenida Paulista de la ciudad de San Pablo.

La manifestación, convocada por los frentes de movimientos sociales, superó las expectativas de los organizadores y se transformó en algo superior a la del 29 de mayo, sobre todo en las grandes ciudades.

En paralelo a esta movilización, el presidente Bolsonaro participó de un acto en la Marina en Río de Janeiro, justamente a solo unas pocas cuadras de donde miles de cariocas se congregaban en la avenida Presidente Vargas para pedir su renuncia.

Bolsonaro es investigado por una comisión del Senado por su gestión y sus omisiones durante la pandemia y como respuesta lanzó este jueves dos propuestas resistidas por la ciencia: el no uso de tapabocas por parte de los vacunados y ex pacientes de Covid 19, por un lado, y la idea de que como él ya tuvo coronavirus, no necesita ponerse la vacuna.

Actualmente, el 11% de los brasileños está inmunizado con dos dosis, luego que en 2020 el Gobierno desistiera de contratar vacunas y, en cambio, apostara por el uso de un remedio contra la malaria llamado cloroquina que se transformó en la bandera del bolsonarismo, aunque nunca mostró resultados científicos.

Por todo esto, el pedido de las manifestaciones fue «Fuera Bolsonaro» y «Vacuna Ya» y tuvo inicio en Brasilia, donde más de 30.000 personas se congregaron en la Explanada de los Ministerios.

Además, manifestaciones de gran porte se registraron en Río de Janeiro, San Pablo, Porto Alegre Recife y en pequeños municipios, y todas contaron con la convocatoria y el apoyo de movimientos sociales, sindicatos y, finalmente, esta semana, del ex presidente y líder del PT Luiz Inácio Lula da Silva, el nombre que fue citado una y otra vez en las protestas y que aceptó a participar con tapaboca y distanciamiento social.

Con Lula como favorito en las encuestas, Bolsonaro busca un partido político de la extrema derecha para poder afiliarse y competir por su reelección.

«Vacuna en el brazo y comida en el plato», fue el mensaje del ex presidente Lula en las redes sociales en medio de las manifestaciones.

Brasil ya superó los 500.000 muertos por coronavirus