Por Ale Pombo
Un ataque sorpresa liderado por hombres armados del grupo palestino Hamas sumió a ciudades israelíes en caos el sábado, resultando en la muerte y captura de decenas de civiles y soldados.
En represalia, Israel lanzó ataques aéreos masivos en la Franja de Gaza, dejando un saldo de al menos 430 muertos en total en ambas regiones.
Este violento episodio marca el peor ataque contra Israel en décadas y ha desatado una guerra sin precedentes que ambas partes han prometido intensificar. Más de 200 israelíes han perdido la vida y 1,100 han resultado heridos en enfrentamientos que se han producido en más de 20 puntos de territorio israelí. En Gaza, las autoridades sanitarias informaron de más de 230 fallecidos y 1,600 heridos.
«Nuestro enemigo pagará un precio que nunca ha conocido», declaró el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. «Estamos en guerra y la ganaremos».
El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, advirtió que el asalto iniciado en Gaza se extenderá a Cisjordania y Jerusalén. Las imágenes desgarradoras de la violencia muestran los cadáveres de civiles israelíes en las calles, mientras que en Gaza, las multitudes llevan los cuerpos de los militantes recién asesinados.
El asalto ha llevado a Israel al borde de una derrota catastrófica, y las fuerzas de seguridad israelíes luchan contra una infiltración sin precedentes de hombres armados de Hamas provenientes de la Franja de Gaza. Este dramático giro de los acontecimientos ha conmocionado a una nación que se enorgullece de su intensa infiltración y vigilancia de grupos militantes.
Las imágenes compartidas por Hamas en las redes sociales mostraban a sus combatientes sacando a soldados israelíes de un tanque. Además, el grupo militante Yihad Islámica ha declarado su participación en los ataques y afirma tener cautivos a varios soldados israelíes.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado el apoyo total de Estados Unidos a Israel en estos momentos críticos, instando a cualquier otra parte hostil a mostrar contención.
La situación continúa siendo extremadamente volátil en la región, con manifestaciones de apoyo a Hamas que se han propagado por todo el Medio Oriente, incluyendo países como Irak, Líbano, Siria y Yemen, donde se han prendido fuego a banderas israelíes y estadounidenses.
Esta escalada de violencia también se produce en un contexto de agitación política en Israel y mientras Washington trabaja para alcanzar un acuerdo que normalice los lazos entre Israel y Arabia Saudita. Mientras tanto, el grupo libanés respaldado por Irán, Hezbolá, ha declarado que esta operación es una respuesta a la continua ocupación israelí y un mensaje a aquellos que pretenden normalizar las relaciones con Israel. La región se encuentra en un estado de tensión sin precedentes, con el futuro siendo incierto para todas las partes involucradas.