27 abril, 2024

Veranear con inflación en Mar del Plata

A pesar de la situación económica desafiante y la devaluación, algunos sectores en Mar del Plata se destacan como los verdaderos ganadores del verano 2024, superando las expectativas incluso con menos turistas.

Por Gabriel Rodriguez

A pesar de la situación económica desafiante y la devaluación, algunos sectores en Mar del Plata se destacan como los verdaderos ganadores del verano 2024, superando las expectativas incluso con menos turistas. Entre ellos se encuentran los balnearios y las salas de teatro, que fijaron precios antes de la devaluación y se comprometieron a mantenerlos, lo que resultó en un aumento de las ventas en comparación con el año pasado.

**Balnearios que No Aumentaron Precios: Éxito Sostenido**

Algunos balnearios, como el Balneario 12, optaron por no aumentar sus precios, comprometiéndose a mantener los costos establecidos en octubre del año pasado. El dueño del Balneario 12, Augusto Digiovanni, afirmó que el compromiso de fijar el precio en octubre y mantenerlo en enero resultó en un éxito, ya que aquellos que reservaron hace dos meses están pagando el mismo precio hoy. Este enfoque ha llevado a un lleno constante en el balneario, a pesar de la disminución de turistas en comparación con el año anterior.

**Teatro: Más Público a Precios Anteriores a la Devaluación**

A pesar de la disminución de la afluencia de turistas, los teatros han experimentado un fenómeno diferente. Las salas de espectáculos, que establecieron sus precios antes de la devaluación, han atraído a un 20 por ciento más de público en comparación con el verano pasado. A pesar de que los alquileres en la ciudad aumentaron drásticamente, los teatros mantuvieron los valores previos a la devaluación, lo que contribuyó al éxito continuo de sus funciones.

**Desafíos para Hospedajes y Gastronomía**

En contraste, los hospedajes y la gastronomía no tuvieron la misma suerte. Los precios para visitar Mar del Plata aumentaron considerablemente, superando el 300% en algunos casos, lo que resultó en una menor afluencia de turistas. Los locales gastronómicos también experimentaron una disminución en la clientela, a pesar de que los precios no aumentaron tanto. El verano se caracterizó por un enfoque más «gasolero» en estos sectores, reflejando una mayor cautela en el gasto por parte de los visitantes.