Por Alejo Pombo
Un relevamiento reflejó el costo de las necesidades alimentarias para el mes pasado y para comer una persona soltera tuvo que desembolsar 9.011 pesos mientras que una pareja $ 15.949.
Una familia tipo porteña necesitó $ 27.844 para hacer frente a sus necesidades alimentarias básicas durante el mes de marzo, reveló un estudio de Focus Market, que señaló que esa canasta esencial registró un incremento promedio interanual del 32,90% afectando principalmente a los sectores sociales más vulnerables ante las nuevas medidas sanitarias.
«La canasta básica alimentaria medida en supermercados en el sector de consumo masivo en marzo sigue al alza», indicó el informe de Focus Market, que explicó que el dato es especialmente preocupante frente a las nuevas restricciones impuestas por la pandemia ya que los números de partida de la indigencia en la Argentina son elevados con un piso del 10,5%.
El trabajo analiza que las limitaciones a la circulación impactan sobre el sector de la población más vulnerable «que vive de una changa, actividad independiente o cuentapropismo».
«Como la circulación social en transporte público está restringida y los cierres de muchas actividades de servicios reducen ese nivel de demanda en el mercado informal de trabajo pierden su ingreso haciendo muy difícil el acceso a los alimentos básicos», expresó Damián Di Pace director de la consultora Focus Market.
Según el trabajo, una persona soltera necesitó en marzo $9.011 para comer, mientras que un hogar integrado por una mujer de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años elevó esa necesidad a $22.167.
En el caso de una pareja, el presupuesto alimentario mensual llega a $15.949 y si el hogar está compuesto por cinco integrantes (un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 año) el dinero destinado a la comida debe sumar $29.285.
La consultora analizó los efectos de la dura combinación de estos dos factores: elevación del costo de la canasta alimentaria y restricciones a las oportunidades de obtener ingresos para sufragarla, sobre todo para las familias más pobres.
En este sentido señaló que frente a las nuevas restricciones la decisión del gobierno será asistir a este universo vulnerable con $ 15.000, medida que aproximadamente involucra a más de 2 millones de personas que reciben AUH, AUE y Monotributistas de las categorías A y B.
«Por un lado la asistencia genera contención social sobre este universo, pero pone luz roja a las cuentas fiscales del Estado que ya estaban en rojo mientras Martín Guzman intenta mostrar la baja de subsidios y mejor nivel de recaudación en negociaciones por la deuda con el Club de París y FMI», indicó.
El informe advirtió que «con esta medida los números de la recaudación cambiarán, los subsidios se incrementarán, la emisión monetaria e inflación estarán al alza y el crecimiento será menor al esperado».
Los precios no dan tregua En tanto, la suba de precios de los consumos esenciales sigue sin dar tregua ya que durante la primera quincena de abril la «canasta alimentaria» registró un incremento de 1,73% según el relevamiento llevado a cabo por Consumidores Libres.
La encuesta, realizada en supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires sobre 21 productos de la llamada «canasta básica de alimentos», arrojó un promedio de 2,2% de suba en productos de almacén, con picos en leche en sachet (8,89%), harina de trigo (3,16%) y arroz grano fino (2,86%).
En tanto la carne mostró una suba promedio de 1,61% en los quince primeros días de abril, con extremos en paleta (3,3%) y bola de lomo (2,7%). Las verduras y frutas subieron 1,27% con picos en zanahoria (6,25%), manzana (4,17%) y berenjena (4,17%) y bajas en naranja (-5,26%) y cebolla (-5,56%).
Los números de la entidad dirigida por Héctor Polino muestran que tras la fuerte suba del IPC en marzo (4,8%), los precios de los alimentos continúan en una meseta alta. Según Polino, la primera quincena de enero registró una suba del 2,15%, la de febrero 2,99%, la de marzo 2,02% y en abril 1,73. «Bajó un poco pero tengamos en cuenta que ese número es la inflación anual de muchos países», señaló.
El informe semanal de las consultora LCG, cuyo relevamiento de precios reveló un aumento del 1,1% en la segunda semana de abril, confirma ese diagnóstico.
«Se trata de una desaceleración de 0,2 pp respecto a la primera semana del mes, pero suma la 8va semana al hilo con subas semanales por encima del 1%. Estos aumentos dejan un arrastre de 4,4% para lo que queda del mes», indicó la consultora dirigida por Guido Lorenzo.