Por Gabriel Rodríguez
El Sindicato de Peones de Taxis de la Provincia de San Luis ha declarado un estado de alerta debido a la expansión no reglamentada del servicio de Uber en la ciudad y la falta de controles por parte de las autoridades.
Los taxistas denuncian públicamente que desde el 10 de diciembre, fecha en la que asumieron las nuevas autoridades gubernamentales y municipales, la situación ha empeorado y que «hay zona liberada» para la operación de Uber.
En respuesta a esta situación, los taxistas llevaron a cabo un «bocinazo» en el centro de la capital como protesta contra el servicio de transporte semipúblico ilegal. La manifestación se centró en la avenida Illia, donde un cartel publicitario gigantesco promueve el servicio de Uber, generando la indignación de los trabajadores del taxi.
Además, el Sindicato solicitó una audiencia con el Secretario de Transporte de la provincia, Víctor Cianchino, para expresar sus preocupaciones, pero su solicitud fue rechazada. El Secretario de Transporte argumentó que el tema cae bajo la competencia municipal, a pesar de que Uber está operando ilegalmente en toda la provincia.
El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Alberto Muñoz, expresó su frustración por la falta de acción por parte de las autoridades y afirmó que hay alrededor de 700 vehículos operando como Uber en la provincia sin intervención de las autoridades.
Ante la negativa del Secretario de Transporte, los taxistas advierten que si no se toman medidas pronto, la protesta podría intensificarse. La situación destaca la creciente tensión entre los conductores de taxis y las plataformas de transporte no reguladas en muchas partes del mundo.
