Reforma laboral en debate: la UIA habla de “fracaso” y la CGT alerta por constitucionalidad
Empresarios y sindicatos expusieron este miércoles sus diferencias en el Senado durante el debate por la reforma laboral impulsada por el Gobierno. Mientras la UIA y la Sociedad Rural respaldaron los cambios, la CGT y las dos CTA advirtieron sobre pérdida de derechos y problemas de constitucionalidad. El proyecto continúa generando fuertes cruces antes de su tratamiento legislativo.
Por Alejo Pombo
Empresarios y representantes sindicales expusieron este miércoles sus posturas contrapuestas sobre la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional, durante el plenario de las comisiones de Trabajo y de Presupuesto y Hacienda del Senado.
Desde el sector empresario, el primero en tomar la palabra fue el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, quien sostuvo que el sistema laboral vigente “fracasó” en su objetivo de generar empleo formal y reducir la informalidad. Según afirmó, esa situación derivó en “consecuencias sociales enormes, estancamiento y baja productividad”.
“El corazón del problema es la litigiosidad laboral, con un sistema que está en crisis”, señaló Rappallini, y agregó que, pese a que la siniestralidad laboral se redujo un 70% en los últimos diez años y a que las empresas invirtieron para mejorar procesos, la conflictividad continuó en aumento.
En la misma línea se expresó Eloísa Frederking, vicepresidenta de la Sociedad Rural Argentina, quien valoró que el proyecto incorpore un capítulo específico para el sector agropecuario dentro de la denominada “ley de leyes”, con el objetivo de reducir la burocracia. Por su parte, Ignacio Forconi, asesor legal del sector, advirtió que mantener el esquema actual resulta “una irresponsabilidad”, al señalar que “cinco de cada diez trabajadores no tienen protección real”.
Del lado sindical, los cuestionamientos fueron contundentes. En representación de la Confederación General del Trabajo (CGT), Jorge Sola defendió la vigencia de los convenios colectivos, al considerar que desde 2005 permiten ordenar las relaciones laborales y contemplar las necesidades de cada actividad. Además, alertó que el proyecto presenta “problemas de constitucionalidad”.
Otro de los triunviros de la CGT, Octavio Argüello, criticó el ritmo del debate parlamentario y cuestionó que se pretenda aprobar “de manera exprés” una ley que modifica más de cien artículos. En tanto, Cristian Jerónimo puso el foco en el contexto social y económico: “Hoy el problema ya no es llegar a fin de mes, sino llegar al día 15”, afirmó.
Desde las centrales sindicales alternativas, Hugo Godoy, secretario general de la CTA Autónoma, sostuvo que el objetivo de la iniciativa oficial es “acrecentar la explotación y retroceder al siglo XIX”. A su turno, Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, advirtió que será “muy trabajoso” reconstruir el entramado social si la ley se sanciona, y definió el proyecto como “una especie de himno a la desigualdad”. En ese sentido, cuestionó que se eliminen impuestos como Bienes Personales mientras se mantiene el Impuesto a las Ganancias.
El debate continuará en el Congreso en un clima de fuerte tensión política y social, con posiciones claramente enfrentadas entre el sector empresario y las organizaciones sindicales frente a una de las reformas centrales del programa económico del Gobierno.
