Por Gabriel Rodriguez
En una movilización que refleja la lucha incansable de quienes hoy carecen de voz, decenas de familias se hicieron escuchar en reclamo de «pan y trabajo». La situación desesperada de los 200 damnificados por los recientes despidos en la familia municipal movilizó a los trabajadores, quienes no claudicarán hasta lograr la reincorporación de sus compañeros.
El hambre, la incertidumbre y la desesperanza son sentimientos que se han arraigado en el corazón de los afectados por el brutal recorte impulsado por el intendente Gastón Hissa. Sin embargo, estos obstáculos no han detenido el espíritu de lucha y la determinación de conseguir lo justo: la oportunidad de acceder al pan y al trabajo.
La protesta, que se llevó a cabo frente al Municipio, marca el inicio de una serie de acciones gremiales planificadas para exigir la reincorporación de los trabajadores despedidos. La comunidad municipal se une en un frente común para enfrentar las consecuencias de los despidos y asegurar un futuro digno para quienes han perdido sus empleos. La lucha persistirá hasta alcanzar la justicia y la estabilidad laboral que los trabajadores merecen.
