Por Gabriel Rodriguez
A partir de este jueves, se levanta el congelamiento de dos impuestos que inciden en el precio de la nafta y el gasoil, y esto podría resultar en un aumento del valor de venta al público. La actualización del Impuesto al Combustible Líquido (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), congelados desde julio de 2021, será determinada por el Gobierno y podría impactar directamente en los precios en los surtidores.
El Gobierno enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio entre el impacto en la inflación y el efecto en la recaudación al actualizar estos tributos. La pérdida de recursos tras retirar el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus y dar marcha atrás con el proyecto para reinstalar el Impuesto a las Ganancias ha llevado al Gobierno a buscar formas de compensar.
La actualización del ICL y el IDC, que ha sido diferida por ocho trimestres, podría generar un incremento promedio del 11% en el precio de los combustibles, según estimaciones de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de Argentina (CECHA). Por otro lado, algunos economistas calculan que el aumento debería ser del 25% para equiparar el tributo a su valor real calculado en base a 2018.
El impacto final en los surtidores dependerá del equilibrio que encuentre el Ministerio de Economía y la Secretaría de Energía entre el impacto en la inflación y la recaudación. Aunque se espera un aumento, las petroleras no anticipan una corrección única después de dos años y medio sin actualización. La magnitud de la corrección aún no ha sido definida oficialmente.
