Pasadas las 11 de la mañana llegó al mundo Lila, la primera beba hija de refugiados, nacida en tierra puntana.
El parto fue en la Clínica Italia, por cesárea. Lila pesó 3,400 kilos y mide 49 centímetros.
Los padres son Maya y Joseph, dos refugiados sirios que recibieron a su tercer, hijo pero el primero que tienen en San Luis.
La familia, originaria de Alepo, arribó a la provincia en marzo del año pasado junto a sus dos hijos varones: Housip de 9 años y Abelardo de 1 año.
Actualmente son 38 las personas que eligieron la provincia en busca de refugio y viven en las residencias estudiantiles de la Universidad de La Punta.
El Gobierno sanluiseño es Estado Llamante, una jerarquía que le permite recibir a refugiados que huyen de las guerras, e integrante del Corredor Humanitario Internacional.
Las familias sirias que llegaron a San Luis aprendieron español, y se han insertado en la sociedad puntana. Este proceso fue reconocido por el ACNUR, la agencia de la ONU que tiene el mandato de dirigir y coordinar la acción internacional para proteger y ayudar a las personas desplazadas en todo el mundo, y encontrar soluciones duraderas para ellas.
