12 noviembre, 2024

Masiva movilización kirchnerista a Recoleta renueva fricciones entre nación y ciudad antes de la intervención de Cristina

El Gobierno porteño dispuso hoy un «operativo de limpieza y control» en las inmediaciones del departamento de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el barrio de Recoleta, con un vallado incluido, que provocó una masiva movilización del kirchnerismo para ratificar el respaldo a la titular del Senado, en una tensa jornada que incluyó incidentes entre militantes del oficialismo y la Policía de la Ciudad.

Por Alejo Pombo

El Gobierno porteño dispuso hoy un «operativo de limpieza y control» en las inmediaciones del departamento de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el barrio de Recoleta, con un vallado incluido, que provocó una masiva movilización del kirchnerismo para ratificar el respaldo a la titular del Senado, en una tensa jornada que incluyó incidentes entre militantes del oficialismo y la Policía de la Ciudad.

Cerca de las 18, manifestantes derribaron el vallado montado por la Policía de la Ciudad en la esquina de Juncal y Uruguay, frente a la residencia de la vicepresidenta, a lo que efectivos policiales respondieron con agua lanzada desde camiones y gases lacrimógenos.

Tras los incidentes, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que Cristina Kirchner «busca que la solución de sus problemas con la Justicia argentina se dirima en las calles» y advirtió que «la violencia es el límite», además de reclamar su intervención.

La masiva movilización kirchnerista, prevista originalmente para confluir en Parque Lezama, aunque numerosos militantes se reunieron también en Parque Chacabuco este sábado, renovó las fricciones entre la Nación y la Ciudad, desde donde Rodríguez Larreta pidió a la «señora vicepresidenta que asuma la responsabilidad de que los manifestantes se retiren pacíficamente a sus casas».

Apenas minutos después de las declaraciones del alcalde porteño desde la sede municipal de Parque Patricios, ya entrada la noche, Cristina salió de su departamento y desde un improvisado escenario solicitó a la militancia que vaya «a descansar», al cabo de una extensa jornada, al tiempo que culpó de la violencia al «odio que le tienen al amor y la alegría peronista».

Por su parte, el presidente Alberto Fernández también expresó su «más enérgico repudio a la violencia institucional desatada por el Gobierno de la Ciudad» y subrayó: «Mantener la paz social y garantizar el ejercicio de libre expresión de las personas es su responsabilidad institucional».

A lo largo de la última semana, la esquina de Juncal y Uruguay se convirtió en escenario de una continua muestra de respaldo a la ex presidenta después de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieran 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos para Cristina en el marco del juicio oral de la causa Vialidad.

En la noche del pasado viernes, efectivos de la Policía de la Ciudad y barrenderos fueron enviados a esa zona de Recoleta, donde vive la titular del Senado, para montar un «operativo de limpieza y control», según informó el Gobierno porteño.

De acuerdo con lo expresado por la Ciudad, las tareas consistieron «en el trabajo de 20 barrenderos, un camión recolector y el uso de hidrolavadoras», cuyo «repaso de limpieza se mantendrá durante el fin de semana».

Además, el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño había dispuesto un vallado perimetral en las calles Juncal entre Paraná y Talcahuano; y Uruguay entre Montevideo y Arenales, que finalmente terminó siendo derribado en horas de la tarde por los militantes kirchneristas.

Ante la polémica generada, el jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, había señalado que «el vallado va a estar el tiempo que sea necesario» en el lugar para «garantizar el orden público y que no se altere la vida de los vecinos del barrio».

La propia vicepresidenta había cuestionado este mediodía a Rodríguez Larreta por «sitiar» la esquina de su domicilio y afirmó que esa medida buscaba «prohibir las manifestaciones de amor y de apoyo absolutamente pacíficas y alegres».

El vallado de la Policía de la Ciudad motorizó al kirchnerismo, que decidió congregarse en Recoleta tanto para ratificar el apoyo a la vicepresidenta como para cuestionar la medida del Gobierno porteño.

En medio de la nutrida movilización estuvieron presentes los ministros nacionales Eduardo de Pedro (Interior), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres) y Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología); el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.

También participaron el referente de La Cámpora y dirigente bonaerense, Andrés «Cuervo» Larroque; el senador nacional Mariano Recalde; los diputados nacionales Leandro Santoro y Victoria Tolosa Paz; el dirigente social Juan Grabois; y la ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Cristina Álvarez Rodríguez, entre otros.