4 mayo, 2024

Los campeones de la Davis recibieron un merecido homenaje al regresar

Con Juan Martín Del Potro como figura destacada, los cuatro tenistas campeones de la Copa Davis y todo el cuerpo técnico, llevaron el festejo y las réplicas de la Ensaladera de Plata desde Ezeiza hasta los balcones de la Casa Rosada reservada para hechos históricos.

Con Juan Martín Del Potro como figura destacada, los cuatro tenistas campeones de la Copa Davis y todo el cuerpo técnico, llevaron el festejo y las réplicas de la Ensaladera de Plata desde Ezeiza hasta los balcones de la Casa Rosada reservada para hechos históricos.

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En el medio hubo una caravana en un colectivo descapotado que tomó por sorpresa a los oficinistas y transeúntes del centro, especialmente a aquellos que pasaba por el Obelisco y la avenida Corrientes, muchos de los cuales dejaron por un momento su apuro para compartir la celebración que con baile, canto, bandera y gorro, había en lo alto del móvil.

También la recepción del presidente Mauricio Macri en el Salón Blanco, donde recibió y se puso una camiseta autografiada por Del Potro, Federico Delbonis, Guido Pella, Leonardo Mayer y el capitán Daniel Orsanic y puso al equipo como ejemplo del «trabajo en conjunto» que «en estos momentos necesita el pais» dijo.

«Muchas gracias por venir», fue la gentil apertura que hizo Daniel Orsanic, un hombre practicante de los buenos modales que dispuso que frente al auditorio en la conferencia de prensa en Ezeiza no faltara ni uno de los integrantes del equipo.

Consumado ya el encuentro de los tenistas con algunos de sus familiares en un VIP previo al encuentro con la prensa a sala llena, todos se subieron a la tarima. Orsanic también fue el portavoz del grupo para llevar el mensaje de «apoyo» a las familias de las víctimas de la tragedia de Chapecoense.

«Es una tristeza enorme, que nos puso mal a todos», dijo tras enterarse al llegar al país.
Del Potro, claro está, fue el más requerido, resaltando el «logro histórico» y dando por seguro que «todo el mundo quería que Argentina ganara la Copa» por la pasión y porque es la que tiene la «mejor hinchada», esa que desacartonó el deporte blanco. «Es el mejor año de mi vida en los emocional, en lo teístico», dijo acariciando la réplica de la Davis, a la que suma la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río y entre las dos competencias las victorias sobre el 1 y 2 del mundo.

El humor lo puso Leonardo Mayer, cuando una periodista tandilense preguntó sobre las recepciones en sus pueblos y aludió que Del Potro estaba «acostumbrado».

El perfil bajo fue de ganador del punto decisivo, Federico Delbonis.

Vestidos con cotillón celeste y blanco, los campeones y el grupo de trabajo posó y algunos hasta se animaron a algún bailecito en el playón de salida, hasta que se subieron a un micro sin techo amarillo, de esos que hacen tour por la ciudad, para iniciar la caravana hacia la Casa de Gobierno, donde los esperaba el presidente Macri.

La caravana por las autopistas Riccheri, Dellepiane y 25 de Mayo careció de los congestionamientos que suele ocurrir con los equipos de fútbol que llegan victoriosos de Ezeiza por lo cual el micro llevó buena velocidad hacia la Rosada.

En el Obelisco hubo sorpresa y en la venida Corrientes hubo una detención en el tránsito para compartir el festejo con la gente de a pie.

Finalmente hubo una recepción de unos cientos de hinchas frente a las vallas de la Rosada, el mensaje del Presidente y finalmente el saludo triunfal con Del Potro levantando la réplica de la Copa desde los mismos balcones donde el general Juan Perón reveló a la multitud cuál era la «más maravillosa música» y Raúl Alfonsín tranquilizó al asegurar que la casa estaba «en orden».