5 mayo, 2024

Juez irónico con los dichos de Frederic: «Es un cago de risa que te maten un hijo»

El diputado nacional de Juntos por el Cambio Luis Juez cuestionó ayer el «Gabinete horrible» del presidente Alberto Fernández e ironizó sobre las polémicas declaraciones de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, al afirmar que «es un cago de risa que te maten un hijo por una zapatilla».

Por Alejo Pombo

El diputado nacional de Juntos por el Cambio Luis Juez cuestionó ayer el «Gabinete horrible» del presidente Alberto Fernández e ironizó sobre las polémicas declaraciones de la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, al afirmar que «es un cago de risa que te maten un hijo por una zapatilla».

El cordobés se refirió tanto a los dichos de Frederic respecto a que «Suiza es más tranquilo, pero más aburrido» como al escrache que sufrió Ginés González García.

«Es un cago de risa que te maten un hijo por una zapatilla. ¿Sabés cómo festejamos acá en Córdoba cuando te dejan una chica cuadripléjica por robarle el celular? Uf! Nos cagamos de risa, con una bengala en la mano, saltando como locos. ¿Es aburrido que el Estado te cuide, te brinde seguridad, que no tengas que defenderte vos mismo?», señaló el dirigente del PRO.

En diálogo con Radio Rivadavia, Juez agregó: «En manos de estos tipos estamos. Estos tipos son los que toman decisiones y después quieren ir a comer a las 22.30 como si fueran ciudadanos honorables. Es muy jodido, porque la gente tiene el ánimo muy crispado». En ese sentido, el cordobés remarcó que no le gusta la metodología del escrache y afirmó que le «da un poco de lástima que la gente termine haciendo lo que tiene que hacer la Justicia».

«Cuando el ciudadano termina haciendo lo que tienen que hacer las instituciones es porque claramente el sistema está funcionando mal, muy mal», indicó. Sobre el escrache contra González García, Juez explicó que «ese hombre ha tenido un manejo horrible de la tragedia que los argentinos están viviendo» y agregó: «Después no podés andar por la vida con inmunidad e impunidad permanente.

No podés andar por la vida mostrándote como un impoluto, como si no tuvieras responsabilidades, cuando las decisiones que tomaste perjudicaron a cientos, a miles».