20 abril, 2025

FMI debate un préstamo de US$20.000 millones para Argentina, pero aún no hay acuerdo sobre el pago inicial

El Fondo Monetario Internacional discutió un nuevo préstamo por US$20.000 millones para Argentina, aunque aún no hay consenso sobre cuánto se desembolsará de inmediato. La directora del FMI apoyó un anticipo del 40%. El país enfrenta compromisos de deuda por más de US$40.000 millones.

Por María Cruz*

 

 

Washington, 4 de abril de 2025. El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo esta semana una reunión informal para debatir un nuevo programa de financiamiento para Argentina, estimado en US$20.000 millones. El eje del encuentro fue definir qué parte del préstamo se podría adelantar de inmediato al país, aunque, según trascendidos, aún no se alcanzó un consenso entre los miembros del organismo.

El monto del desembolso inicial continúa siendo objeto de análisis interno, y no se ha divulgado una cifra concreta. Desde el FMI evitaron realizar comentarios oficiales, aunque recordaron las recientes declaraciones de su directora gerente, Kristalina Georgieva. El pasado 31 de marzo, Georgieva expresó que «es razonable» que Argentina solicite un anticipo del 40% del nuevo préstamo, en reconocimiento al desempeño del país en la implementación de medidas económicas recientes.

El Ministerio de Economía argentino no respondió a consultas sobre el tema. Mientras tanto, las discusiones entre los técnicos del FMI y las autoridades nacionales siguen avanzando hacia un acuerdo preliminar, que luego deberá ser aprobado formalmente por el directorio del organismo.

El posible adelanto de fondos —conocido como frontloading— genera tensiones, ya que cualquier financiamiento previo al próximo vencimiento de deuda en septiembre sería considerado capital fresco. Esto aumentaría la exposición del Fondo a un país que aún debe más de US$40.000 millones del programa acordado en 2022.

La definición sobre el desembolso inicial será clave para el futuro financiero inmediato de Argentina, que busca evitar tensiones cambiarias y fiscales en un contexto de alta inflación y bajo crecimiento. En las próximas semanas podrían conocerse avances concretos en las negociaciones.