Por Alejo Pombo
En el marco de las celebraciones por el 430° aniversario de la fundación de la ciudad de San Luis, la tradicional procesión con la imagen de San Luis Rey de Francia volvió a llenar las calles de fe y devoción. Bajo un sol radiante, pero con temperaturas bajas propias de la mañana sanluiseña, cientos de personas se congregaron para participar en esta significativa caravana religiosa.
La procesión comenzó en la Catedral de San Luis, luego de una emotiva misa presidida por el obispo Gabriel Barba. Desde allí, la imagen del santo patrono de la ciudad recorrió las calles céntricas, pasando por Pringles, San Martín, Pedernera, Chacabuco, Junín y Rivadavia, antes de regresar a la iglesia. Durante el recorrido, los fieles entonaron cánticos religiosos y rezaron por la protección de la ciudad y sus habitantes, en un ambiente de profunda espiritualidad.
Este evento es una de las tradiciones más queridas por los sanluiseños, quienes cada año salen a las calles para rendir homenaje a su patrono. La celebración no solo tiene un significado religioso, sino que también refuerza el sentido de identidad y pertenencia de los habitantes de San Luis.
La jornada finalizó con un mensaje del obispo, quien destacó la importancia de mantener viva la fe y los valores que han sostenido a la comunidad a lo largo de los siglos. En medio de las actuales dificultades económicas y sociales, la procesión se vivió como un momento de esperanza y renovación para todos los presentes.
Este evento es un recordatorio de la rica historia de San Luis y la fortaleza de su gente, que sigue celebrando sus tradiciones con el mismo fervor que hace siglos.
