Por Alejo Pombo
La Dirección Nacional de Migraciones expulsó ayer al peruano John Paul Revilla Estrada, condenado en el 2015 por narcotráfico y por liderar una de las organizaciones narcocriminales más peligrosas del país.
Había sido expulsado por extrañamiento en 24 de julio de 2017, un método que permite expulsar presos extranjeros que hayan cumplido la mitad de la condena y quedar libre en su país de origen.
Por este mecanismo, la gestión anterior de Migraciones hizo efectivo el traslado de Revilla Estrada a Perú, «con pasaje pago por el Gobierno de Macri, donde quedó libre.
Si no hubiese sido expulsado y liberado, aún estaría preso, cumpliendo su condena en Argentina», dijeron fuentes seguras.
El 16 de agosto de 2020, en un control vehicular realizado en el marco de las restricciones de circulación por la pandemia, la policía identificó y detuvo nuevamente a Revilla Estrada en Buenos Aires, que quedó imputado y detenido por violar la prohibición de reingreso al país. Había entrado clandestinamente, sin que se haya podido determinar aún ni en qué fecha ni por qué medios.
Pese a que no cumplió la totalidad de la condena, y dado que la expulsión por extrañamiento da por finalizado el proceso judicial anterior, el único delito vigente de Revilla Estrada para la Justicia es la violación de la prohibición de reingreso.
Por eso, Migraciones solicitó al juzgado la retención del narcotraficante hasta su expulsión, que se hizo efectiva ayer desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Bajo la gestión anterior, Migraciones también había dictaminado la expulsión y liberación en Perú del tío de Revilla Estrada, Marco Antonio Estrada González, sindicado como «el capo narco más poderoso de la Argentina», que aún cumple condena en el país. Pero el juez de esa causa no autorizó la medida, considerando que aún tiene información relevante para aportar en el caso y dadas sus conexiones con el narcotráfico.
