13 octubre, 2025

El padre Grassi permanecerá en prisión hasta 2028: La Justicia de Morón rechazó su excarcelación anticipada

El sacerdote condenado por abuso sexual infantil continuará cumpliendo su sentencia tras la decisión unánime del tribunal. Los fundamentos se conocerán el 2 de septiembre.

Por Alejo Pombo

El Tribunal en lo Criminal N°1 de Morón dictaminó por unanimidad que el padre Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual infantil, seguirá tras las rejas hasta mayo de 2028, fecha en la que cumplirá su condena completa. La decisión fue tomada luego de una audiencia clave en la que el sacerdote solicitó la excarcelación anticipada, alegando su inocencia y reclamando que su condena fue producto de un error judicial.

La decisión del Tribunal N°1 de Morón reafirma la gravedad de los delitos por los que Julio César Grassi fue condenado y la importancia de cumplir la totalidad de la sentencia impuesta. Mientras tanto, las víctimas y sus defensores continúan luchando por mantener la visibilidad del caso y asegurar que la justicia se mantenga firme ante los intentos del sacerdote de obtener su liberación anticipada.

Una audiencia tensa y declaraciones controvertidas:

La audiencia comenzó con una presentación virtual de Grassi desde la Unidad 41 de Campana, donde se encuentra alojado desde que la Corte Suprema dejó firme su condena en 2017. Durante su intervención, el sacerdote se declaró inocente, afirmando que “el abuso siempre representa una actitud de poder, daño contra una persona débil, y nada de eso ha ocurrido”. Grassi, vestido con ropa clerical, aseguró que ha dedicado su vida a proteger a niños y adolescentes, y rechazó rotundamente las acusaciones en su contra.

El pedido de excarcelación anticipada por parte de Grassi fue presentado a pesar de que su condena original establecía su liberación en 2028. La solicitud fue acompañada de una estrategia legal en la que el propio Grassi se representó a sí mismo, algo inusual en procesos judiciales de esta naturaleza. Durante su estancia en prisión, el sacerdote se graduó como abogado, lo que le permitió asumir su defensa en esta instancia.

La postura de la defensa y la reacción del tribunal:

El abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego, expresó su preocupación durante la audiencia, destacando que el sacerdote no debería recibir ningún beneficio de excarcelación anticipada. Gallego señaló que, según el Código Penal, los delincuentes sexuales no tienen derecho a solicitar este tipo de beneficios, y recordó que Grassi se opuso a someterse a una pericia psicológica, uno de los requisitos para evaluar su solicitud.

«Vimos a un Grassi que redobló su agresividad y hoy dio una clase de pedofilia», manifestó Gallego, quien además cuestionó la postura del acusado y calificó sus argumentos como “sarasas”. Durante la audiencia, que se prolongó por varias horas, el abogado insistió en que Grassi representa un peligro para la sociedad y que no está apto para ser liberado.

El tribunal, luego de escuchar las declaraciones y los alegatos de ambas partes, decidió rechazar la solicitud de Grassi y mantener su condena hasta 2028. Los fundamentos de la decisión se darán a conocer el próximo 2 de septiembre.

El caso Grassi: una condena que marcó a la sociedad argentina:

Julio César Grassi fue condenado en 2009 a 15 años de prisión por abuso sexual agravado, en su rol de sacerdote y tutor de menores, tras comprobarse que en 1996 atacó a dos menores en la Fundación Felices los Niños, una organización que él mismo había creado. La condena fue confirmada por la Corte Suprema en 2017, lo que llevó al sacerdote a cumplir su pena en la Unidad Penitenciaria N° 41 de Campana, en un sector destinado a presos con buena conducta.

El caso Grassi se convirtió en un símbolo de los crímenes cometidos por miembros de la Iglesia Católica en Argentina y generó un amplio debate sobre la protección de los menores y la responsabilidad de las instituciones religiosas. A lo largo de los años, Grassi ha mantenido su inocencia y ha intentado, en diversas ocasiones, obtener beneficios que le permitan acortar su tiempo en prisión, todos ellos rechazados por la justicia.