La Iglesia de San Luis pidió a los fieles que no se soliciten intenciones, no se difundan imágenes y aclaró que no se pueden celebrar Misas en el predio.
El Obispado de San Luis cuestionó la autenticidad y eclesialidad de la “Virgen de la Cobrera”, una imagen popular que crece año tras año y que en la última fiesta aglutinó más de cinco mil fieles. En la Carta Pastoral, firmada por el obispo Pedro Martínez el 27 de diciembre, se solicitó “a los interesados de abstenerse publicar mensajes, hacer publicidad y difundir medallas, estampas, imágenes”.
La Diócesis puntana decidió difundir el comunicado para “evitar confusión o error en la fe de los fieles”. Aclaró que la “Asociación Virgen María de la Cobrera: la que cura sana y libera” es una Asociación Civil y no una Asociación eclesiástica. Mientras tanto, no se permitirá la celebración de la Santa Misa en ese predio y que no se aprobó la oración referida a la “Virgen de la Cobrera”.
Quieren que los fieles tampoco soliciten intenciones como acción en la Misa a nombre de esta imagen y pidió colaboración de la Asociación Civil para cumplir con el mandato religioso.
Martínez creará una comisión diocesana para “estudiar, acompañar pastoralmente y discernir la autenticidad”. Para ello designó al Padre Ignacio Daminato como Vicario Episcopal para el Decanato Sur. Será un delegado para que, en nombre de la Iglesia Católica, pueda acompañar a la Asociación. Sólo él podrá solicitar colaboración de otros sacerdotes de la Diócesis en los días establecidos para una procesión, rezo de Santo Rosario, catequesis apropiadas y bendición. Daminato ya rezó el rosario con los fieles en ese lugar.
El escrito aclaró que la Iglesia jamás designó a un laico para imponer las manos, administrar sacramentales o bendecir a los enfermos. Mucho menos autorizó la construcción de una Iglesia en esa zona.
A 70 kilómetros de San Luis y por ruta Nº 39, está el santuario con la imagen. Se ubica cerca de Paso del Rey en el Departamento Pringles. Miguel Ángel Escudero aseguró que vio a la Virgen en sus sueños y así comenzó esta devoción, a partir del 3 de septiembre de 1994.
Fuente: El Diario de la República