10 mayo, 2024

El izquierdista Castillo va al balotaje en Perú pero su competidor aún era una incógnita

El sindicalista de izquierda Pedro Castillo irá a la segunda vuelta por la Presidencia de Perú, según una encuesta a boca de urna difundida minutos después del cierre de las elecciones generales de hoy.

Por Alan Fox

El sindicalista de izquierda Pedro Castillo irá a la segunda vuelta por la Presidencia de Perú, según una encuesta a boca de urna difundida minutos después del cierre de las elecciones generales de hoy.

De acuerdo con el sondeo de la firma Ipsos, Castillo tenía 16,1% de los votos, seguido por el economista liberal Hernando de Soto y la populista de derecha Keiko Fujimori, empatados con 11,9%.

Asimismo, también tenían chances de entrar al balotaje el legislador centrista Yonhy Lescano, que recogía 11,0%, y el empresario derechista Rafael López Aliaga, con 10,5%, según divulgaron Panamericana TV, la radio RPP y los diarios El Comercio y La República.

Más atrás aparecían la izquierdista Verónika Mendoza, con 8,8%, y el exfutbolista de centroderecha George Forsyth, con 6,4%.

El sondeo confirmó la paridad registrada entre esos siete candidatos, entre los cuales Castillo aparecía sexto en dos sondeos y séptimo en otro a una semana de los comicios.

Sin embargo, una simulación de voto realizada por Ipsos ayer, cuando ya regía la veda electoral que impedía difundirla, y a la que tuvo acceso Télam, lo reveló en primer término, seguido por De Soto.

“El pueblo es sabio, se identifica con quien nació del pueblo; lo primero que tengo que hacer si se confirma este resultado es agradecer a cada uno de los maestros y al pueblo en general”, afirmó esta noche Castillo en Chota, según el canal Telesur.

Castillo protagonizó hoy un episodio risueño en esa ciudad a 36 kilómetros al sudeste de Cajamarca, la capital del departamento norteño homónimo, cuando fue a votar montando una yegua que se puso nerviosa y corcoveó ante la aglomeración de personas.

Los peruanos votaron hoy para elegir presidente y renovar el Congreso en los comicios más abiertos de su historia, con 18 candidatos que no lograron capitalizar el gran descontento social en este país arrasado por el coronavirus.

Las elecciones coincidieron con un momento tan particularmente brutal de la pandemia, que las largas filas para votar se confundían en barrios de Lima con aquellas para conseguir oxígeno para familiares enfermos de coronavirus.

Solo cerca de mediodía, cinco horas después de que se abrieran las urnas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informó que se había constituido 98% de las mesas, luego de que se verificara la ausencia de numerosas autoridades de mesa y el presidente Francisco Sagasti llamara a “los jóvenes” a asumir voluntariamente esa función.

Además de presidente y dos vicepresidentes -entre 18 fórmulas, el segundo mayor número en la historia de Perú, solo superado en 2006-, se elegían hoy los 130 miembros del Congreso unicameral y cinco diputados al Parlamento Andino.

La dispersión en las preferencias electorales se verificaba también en el campo parlamentario, en el que hasta 12 partidos tenían posibilidades de ganar bancas, según las encuestas lo que, de ocurrir, dejará un panorama similar al actual, con 11 partidos y cuatro legisladores independientes.

Perú llegó a estos comicios en medio de una prolongada crisis política que consumió cuatro presidentes y dos Congresos en el actual quinquenio de Gobierno, agravada por el coronavirus y su impacto.

La economía de Perú sufrió en 2020 una de las mayores contracciones en todo el mundo y la primera en el país en más de dos décadas.

En ese contexto, las encuestas reflejaron un alto desinterés electoral ciudadano.

El sindicalista de izquierda Pedro Castillo parecía asegurarse un lugar en la segunda vuelta por la Presidencia de Perú tras las reñidas elecciones de hoy, tanto que otros cuatro candidatos se disputaban el pasaje al balotaje.

Las siguientes son las semblanzas de los cinco:

– Pedro Castillo

La gran sorpresa de las elecciones de hoy registra un paso por el partido que encabezó el expresidente Alejandro Toledo, fue el líder del sector duro de los maestros que protagonizaron un extenso paro en 2017 y es insistentemente señalado como cercano al Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), el brazo político de la organización Sendero Luminoso.

Con propuestas insólitas como eliminar el Tribunal Constitucional -la máxima instancia de interpretación de la Carta Magna- y gobernar a partir del método de “rondas campesinas”, Castillo parecía encaminarse a salir primero en los comicios presidenciales al frente de la boleta de Perú Libre.

Supo construir un lugar fuerte entre los maestros peruanos en los dos meses de una importante huelga docente en 2017, cuando encabezó la Conare, una plataforma que pretende reconocimiento legal como gremio y que desplazó al histórico Sutep, aun cuando era público que era la pata de Sendero Luminoso en la actividad sindical.

En una actividad que registra a unos 400.000 trabajadores, se estima que el respaldo de los maestros debe haber ayudado a su sorpresiva perfomance en las urnas.

Antes de ese rol entre los docentes, Castillo -nacido en la provincia de Chota, región de Cajamarca- militó y fue candidato de Perú Posible, el partido de Toledo, y sobre el que recayeron decenas de acusaciones de corrupción al punto que desapareció como fuerza política, reseñó la revista Caretas.

La figura de la “ambulancia que recoge heridos” que suele usarse en la Argentina para quien reúne a expulsados, salidos o descartados por otras fuerzas le cabe perfectamente al postulante: en su lista de candidatos al Congreso hay dirigentes con pasado en al menos otros siete partidos.

Pero el señalamiento más fuerte que recae en Castillo es su vinculación con el Movadef e, indirectamente, con Sendero Luminoso, según documentos de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) que recogen medios limeños.

“Pedro Castillo fue elegido por la gente del Movadef; siempre ha tenido un criterio caudillista y siempre ha tratado de sacar provecho del magisterio. Ha logrado un posicionamiento político llevando a los maestros a una aventura”, señaló a Perú21 Alfredo Velásquez, exsecretario general del Sutep, que en 2017 se enfrentó al ganador de los comicios de hoy.

– Hernando de Soto

Economista liberal de 79 años, es el de mejor desempeño en los sondeos en las últimas semanas, en los que figura primero junto a Keiko Fujimori con 9,8% según el IEP, segundo junto a la izquierdista Verónika Mendoza con 9% según Ipsos, tercero con 7,8% según CPI y quinto con 6,5% según Datum.

Con un perfil mucho más técnico e intelectual que el resto de sus competidores, se afilió el año pasado a Avanza País (AP), un partido que se reivindica liberal pero en 2006 postuló a la Presidencia al nacionalista Ulises Humala, hermano del después presidente Ollanta Humala.

No obstante, no ha sido ajeno a la política. En la década de los 90 asesoró al presidente Alberto Fujimori y fue uno de los responsables del shock que terminó con la hiperinflación y sentó las bases del crecimiento que el país mantendría luego por dos décadas que se interrumpieron el año pasado, a causa de la pandemia de coronavirus.

Especializado en el estudio de la economía informal, preside el Instituto Libertad y Democracia (ILD), un grupo de expertos dedicado a promover la evolución de los países en desarrollo y asesoró a más de 30 presidentes extranjeros, entre ellos los estadounidenses Ronald Reagan y Bill Clinton, el ruso Vladimir Putin y el francés Emmanuel Macron, y la primera ministra británica Margaret Thatcher.

En una reciente entrevista dijo que si llega a la Presidencia, su gobierno no comprará vacunas sino que dejará que lo haga el sector privado, en competencia libre, para que sean distribuidas a través de “la economía social de mercado”.

– Keiko Fujimori

Graduada en administración de empresas y excongresista, de 45 años, lidera Fuerza Popular (FP), el partido que recoge el ideario populista de derecha de su padre, el polémico expresidente preso Alberto Fujimori.

Está primera en una encuesta (la del IEP, igualada con el economista liberal Hernando de Soto con 9,8%), segunda en dos (Datum y CPI, en ambas con 7,9%) y cuarta en la de Ipsos, empatada con el exfutbolista George Forsyth, con 8%.

Llega a esta elección en una muy delicada situación procesal en la causa en la que se la investiga por lavado de activos y después de haber perdido ajustadamente en segunda vuelta las dos últimas presidenciales: en 2011, ante Ollanta Humala, y en 2016, frente a Pedro Pablo Kuczynski.

Hace cinco años, sin embargo, en una situación sin precedentes en lo que va del siglo FP obtuvo mayoría absoluta en el Congreso unicameral, que se licuó a fines de 2017, cuando una parte del bloque que respondía a Kenji Fujimori -hermano de Keiko- votara a favor de Kuczynski en el primer juicio político a cambio de un indulto para su padre y negocios para dirigentes propios.

Ese fue el principio del fin del poder de Keiko como principal opositora. En 2018 quedó presa en medio de la fiebre punitiva a líderes en toda la región por la investigación del Lava Jato, fue liberada a fines de 2019 y vuelta a prisión en enero de 2020, y en abril fue beneficiada por una orden de libertad de una sala de apelaciones, que rige hasta la actualidad.

– Yonhy Lescano

Abogado y actual congresista del partido centrista Acción Popular (AP), de 62 años, está primero en intención de voto en tres de las cuatro principales encuestas (con 12,1% según Datum, 11,1% según CPI y 10% según Ipsos) y cuarto en la del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), con 8,2%.

Llega a los comicios arrastrando una denuncia por acoso sexual y el peso que significa que una hermana suya haya sido condenada a 16 años de prisión por sus relaciones con la guerrilla.

En la campaña, en medio de declaraciones sobre corrupción, inestabilidad institucional y recrudecimiento de la pandemia, sorprendió al afirmar que la Covid-19 se puede tratar con sal y “cañazo” (aguardiente de caña de azúcar), una receta que no tiene ningún sustento científico pero logró que se hablara, bien o mal, del candidato.

Como representante de un espacio de centro encontró las maneras de trascender y “golpear” políticamente a los más poderosos -el histórico Partido Aprista Peruano (PAP, liderado por entonces por el malogrado Alan García) y el fujimorismo- y también mostró reflejos cuando acompañó en 2019 el cierre del Congreso ordenado por el entonces presidente Martín Vizcarra, interpretando el amplio rechazo popular que el Congreso despertaba en la mayoría de la población.

En marzo de 2019 debió tomar un trago amargo: una periodista lo acusó de haberla acosado sexualmente, para lo cual mostró unos chats de Whatsapp. Lescano presentó un peritaje que demostraba que las imágenes utilizadas habían sido editadas de manera maliciosa, aunque nunca logró disipar todas las dudas.

– Rafael López Aliaga

Ingeniero y empresario -accionista del Ferrocarril Trasandino y de la operadora hotelera Perú Belmond-, de 60 años, figura tercero con 8,4% según el IEP y empatado con Forsyth con 7,2% según Datum, quinto con 7% según CPI y sexto junto al izquierdista Pedro Castillo con 6% según Ipsos.

Preside Renovación Popular (RP), un partido creado a fines del año pasado para suceder a Solidaridad Nacional, la agrupación de derecha que encabezó por años el exalcalde de Lima Luis Castañeda -de la que López Aliaga fue secretario general y principal financista- y que se disolvió tras perder la personería política por no presentarse a las elecciones de 2016 y no alcanzar el piso de votos requerido en las parlamentarias complementarias de enero de 2020.

“Soy miembro del Opus Dei a mucha honra, pero no impongo mi vida a nadie”, afirmó en febrero pasado en una entrevista en la que relató que practica el celibato y la mortificación como parte de su fe religiosa y que su “placer máximo” es “la eucaristía”.

Pese a ello, aseguró que si llega al gobierno respetará el carácter laico del Estado peruano y subrayó que a una persona transexual “la pondría de ministra si es la mejor”.

En la campaña se llamó a sí mismo “el Bolsonaro peruano” (por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro), postuló “expulsar a los venezolanos” residentes en Perú porque “delinquen” y “te quitan la paz”, y propuso mudar la residencia del jefe del Estado de Lima a Junín, en la sierra central.

En 2001 estuvo involucrado en una investigación del Congreso que incluyó a su firma financiera Peruval Corp en un caso de venta de acciones y presunta evasión de impuestos, y en 2016 fue mencionado por el informe Panamá Papers por supuesto lavado de activos.