El crimen del joven de 21 años asesinado para robarle la bicicleta
Nazareno Isern, de 21 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza en Esteban Echeverría cuando dos delincuentes intentaron robarle la bicicleta. Su amiga Kiara, que estaba con él, contó que intentó practicarle RCP sin éxito y que el ataque ocurrió en segundos. La madre del joven aseguró que no le robaron nada y pidió justicia.

Por Alejo Pombo
El crimen de Nazareno Isern, el joven de 21 años asesinado de un disparo en la cabeza durante un intento de robo en Esteban Echeverría, generó conmoción y dolor entre familiares y amigos. La amiga que lo acompañaba, Kiara, narró entre lágrimas cómo presenció el ataque y aseguró: “Me lo mataron en frente de mis ojos”.
El hecho ocurrió el lunes por la tarde, cuando ambos regresaban en bicicleta a Villa Madero, La Matanza, tras haber pasado el día en los bosques de Ezeiza. Al llegar a la colectora de la autopista Riccheri, a la altura del kilómetro 8, fueron interceptados por dos delincuentes. Según relató Kiara, el asalto se produjo sin mediar palabra.
“Habrá sido un minuto, 30 segundos. Tratan de forcejearle, Naza no quiere soltar la bicicleta, lo tiran al piso y le pegan un tiro en la cabeza”, declaró a M24Digital. Los agresores escaparon inmediatamente hacia la misma dirección por la que habían llegado, escondiéndose entre los pastizales cercanos a un arroyo.
La joven contó que su amigo quedó malherido, sin pulso, y que intentó practicarle RCP, aunque rápidamente advirtió que ya no podía hacer nada. “Veo que empieza a salir sangre por todos lados, llamo al 911, me dicen que ya vienen, empiezo a llamar a Edith, la mamá”, relató. Con desesperación, corrió hacia la autopista para pedir ayuda, hasta que una pareja se detuvo y la asistió mientras también se comunicaban con el SAME.
“Cuando llegó la ambulancia ya era tarde, ya había pasado media hora”, lamentó.
Sobre la amistad que los unía, Kiara explicó que solían salir a andar en bicicleta “una o dos veces por semana” y que incluso habían recorrido trayectos largos, como llegar al Obelisco. Su próximo plan era participar juntos de la peregrinación a Luján en bicicleta.
La mamá de Nazareno, Edith, confirmó que a su hijo no le sustrajeron ningún objeto. “Él estaba subido en la bicicleta cuando lo encontré muerto y el celular estaba en el bolsillo. Fue saña por saña porque no le robaron nada”, expresó. También recordó que la bicicleta “estaba armada, no era de marca”, y pidió justicia: “No me lo devuelve nadie, pero al menos le voy a dar paz si el bestia que lo mató paga. Estamos destrozados, no sabemos cómo seguir”.
El caso es investigado por la Justicia bonaerense, que trabaja para identificar a los responsables del crimen.
