Por Kenia Benedetti
El comercio electrónico en Argentina creció durante 2020 un 124% con respecto al año anterior y registró una facturación de $905.143 millones. Esta cifra surge del Estudio Anual de Comercio Electrónico en Argentina que realiza por décimo año Kantar Insights para la Cámara Argentina de Comercio Electrónico.
Nuevas categorías en alza, consumidores debutantes y exigentes, la presencia cada vez más fuerte de las redes sociales como canal de información sobre productos, el mobile como pieza fundamental e integración del offline y el online para una experiencia más satisfactoria son algunas de las tendencias comentadas desde la institución.
Con el empujoncito de la pandemia, en 2020 se vendieron 251 millones de productos, un 72% más que en el año anterior, a través de 164 millones de órdenes de compra (un 84% más que en 2019). El ticket promedio fue de $5.519 y se sumó más de un millón de compradores.
El esfuerzo de las empresas por readaptarse y dar respuesta a la demanda redundó también en la incorporación de personal: el 85% de las empresas tomó o reasignó cinco empleados en promedio para este fin.
La gran pregunta en el sector es si estos números deslumbrantes van a seguir. Uno de los datos alentadores es que el 68% de los usuarios post pandemia ya se convirtió en cotidiano o regular. Seis de cada diez compran algún producto al menos una vez por mes.
«El canal online fue un salvavidas en la pandemia. Esta experiencia le permitió ver a los consumidores las grandes ventajas que tiene también para sus compras», comentó Julieta Dejean, CX & commerce leader de Kantar Insights, en la presentación del estudio.
Consumidores y categorías Indumentaria y artículos deportivos, indumentaria no deportiva y alimentos y bebidas integran el podio de las categorías más populares.
Alimentos y bebidas escaló siete posiciones durante el año de la pandemia. Educación (cursos vituales) es uno de los rubros que antes estaba lejos de la cima y pasó a integrar la lista de los diez más demandados.
En cuanto al consumidor, el informe describe algunos de los rasgos predominantes: un aumento del público de ingreso medio y medio bajo (el mobile y las nuevas herramientas de pago son claves en ese sentido para la inclusión financiera); un crecimiento en la franja de entre 18 y 20 años junto con mayores de 45, que tienen como rasgo una mayor exigencia al ser nuevos y estar calibrando todavía la experiencia del ecommerce. En ese sentido, el costo de entrega es señalado como una de las barreras o desventajas.
La tarjeta de crédito sigue predominando como medio de pago y el envío a domicilio (56%) desplaza al retiro en punto de venta (35%), en buena parte por las circunstancias de la pandemia. El mobile se consolidó no solo en la compra sino en la búsqueda (suba de 49%) y empiezan a aparecer también las redes sociales.
El entusiasmo efervescente del sector se pone en evidencia en un dato: el 67% de las empresas considera que en 2021 le irá mejor que en 2020. En tanto, nueve de cada diez compañías dicen que el año pasado les fue mejor que en 2019.
«Creo que hicimos las cosas bien porque el nivel de adopción es alto. Es mucho más demandante en tiempos de entrega y demás.
La recomendación a las empresas: mantenerse flexibles, entender por dónde vienen los cambios y adaptarse, ya que los cambios van a seguir», destacó Gustavo Sambucetti, director institucional de CACE.
