16 marzo, 2025

Diputados negocian para aprobar mañana el proyecto de Ganancias

Diputados del oficialismo y de la oposición buscaban avanzar esta noche en conversaciones contrarreloj en la búsqueda de acuerdos para intentar acercar posiciones en torno al proyecto de reforma al Impuesto a las Ganancias, debido a que ninguno de los dictámenes cuenta aún con los votos necesarios para imponerse en el recinto en la sesión prevista para mañana.

Diputados del oficialismo y de la oposición buscaban avanzar esta noche en conversaciones contrarreloj en la búsqueda de acuerdos para intentar acercar posiciones en torno al proyecto de reforma al Impuesto a las Ganancias, debido a que ninguno de los dictámenes cuenta aún con los votos necesarios para imponerse en el recinto en la sesión prevista para mañana.

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Sin embargo, más allá del debate por ganancias, el oficialismo tiene garantizada la realización de la sesión -convocada para las 11- para debatir el proyecto de Emergencia Social que reúne el consenso de todos los bloques parlamentarios, donde se plasma el acuerdo alcanzado entre las organizaciones piqueteras y el gobierno nacional para declarar la emergencia hasta 2019.

Se trata de una de las sesiones más complicadas desde que Mauricio Macri asumió la presidencia, dado que el oficialista Cambiemos no logra aún alcanzar consensos con la oposición peronista para reformar el impuesto a las Ganancias, y si el arco opositor se une tendría los votos necesarios para imponer un proyecto contrario a los intereses del gobierno.

Las diferencias que existen entre el dictamen de mayoría del oficialismo, y los tres de minoría del kirchnerismo, del massismo-justicialismo-progresistas- y de la Izquierda, todavía parecen insalvables.

La sesión arrancará con el debate del dictamen de mayoría impulsado por Cambiemos y si ese despacho no reúne los votos se pasará a votar la propuesta del FPV-PJ, mientras que si ese también fracasa se abordará el del massismo.

«Es un final abierto: ninguno tiene una mayoría propia y nosotros no cerramos los canales de diálogo», aseguró el presidente de la comisión de Presupuesto de la cámara baja, Luciano Laspina (PRO) en declaraciones que formuló a la prensa en los últimos días.

El texto que reúna 129 votos a favor obtendrá la media sanción y pasará al Senado para su revisión.

Hasta el momento, en el oficialismo señalan que si se mantienen las discrepancias se perderá la votación-como sucedió con la ley antidespidos-, por lo que analizan la posibilidad de que si eso sucede y se aprueba un proyecto contrario al gobierno, el Senado puede trabar la discusión o reformar la iniciativa para que no tenga un alto costo fiscal.

En medio del hermetismo en el que están inmersos la mayoría de los diputados, el secretario general del bloque de la UCR, Jorge D´Agostino, advirtió que «si bien Cambiemos y los bloques que firmaron el dictamen oficialista no tienen aún los votos para ganar la votación, habrá posibilidades de consensuar»

«Tenemos unos 100 votos, pero nos faltan 29. Seguramente habrá cambios, modificaciones del mínimo no imponible y de las escalas, por eso digo que tenemos un final incierto», reconoció el diputado oficialista.

Para el entrerriano, «el proyecto puede ser votado en general mayoritariamente. Pero como es un tributo, se necesitan la mitad más uno de los miembros de la Cámara, es decir 129»
«Por ahora nos faltan 29, pero creemos que durante la discusión en el recinto logremos un consenso para sacar la ley», añadió, para dejar explicitada de esta manera la postura de Cambiemos en relación a los votos necesarios para que se apruebe el proyecto.

Para poner claridad a la cuestión, advirtió: «Pero si cada bloque vota su dictamen, queda este esquema que es retrógrado, que no inicia un camino de eliminación gradual del impuesto a los salarios, cosa que nosotros sí iniciamos con nuestra propuesta».

Hasta esta noche, aún aceptando subir algunos puntos al porcentaje del mínimo no imponible (del 15 al 21), en el oficialismo contaban con entre 107 y 110 votos para acompañar el dictamen basado en el texto del Poder Ejecutivo.

En el kirchnerismo, a sus 72 diputados propios le descontaban la posible deserción de diputados referenciados en oficialismos provinciales que cuidarían la no afectación de las arcas de esos distritos.

Diputados kirchneristas de Entre Ríos, Formosa, San Juan, Santa Cruz y Tucumán estarían más próximos a acompañar la estrategia del oficialismo que la de su propio bloque.

Por su parte, el eje masisistas-justicialistas-progresistas estimaba que su propuesta reunía como máximo el respaldo de 60 diputados, teniendo en cuenta que los 6 cordobeses referenciados en el gobierno provincial, pese a ser aliados de Massa, votarían junto a Cambiemos.

Así, a ninguno de los tres espacios le alcanzaría para imponerse por sí solo al otro y deberá agotarse una negociación que posiblemente termine durante la misma sesión.