Con antecedente de un coma por complicaciones en una cirugía estética que la excluyó del modelaje y descompensaciones por dietas desbalanceadas, la ex modelo Raquel Mancini estuvo sometida a trastornos crónicos alimentarios que pueden favorecer inmunodeficiencias por malnutrición.
«Nutricionalmente, las dietas desbalanceadas pueden causar desde aspectos no vitales, como pérdida de dientes y osteoporosis, hasta paros cardíacos, muerte súbita e inmunodefieciencia por malnutrición crónica», dijo a Télam la médica nutricionista Ana Jufe, directora del «Equipo Libertador».
La enfermedad que supone combinar dieta desbalanceada y trastorno de conducta alterada requiere de tratamiento especializado, incluido un psiquiatra, enfatiza la especialista en diagnóstico y tratamiento en trastornos de la conducta alimentaria.
La ex modelo Raquel Mancini, de 51 años, tuvo un cuadro de gripe A y neumonía bilateral que la mantuvo en terapia intensiva sedada y asistida por un respirador artificial.
Si bien la especialista se excusó de opinar sobre el caso concreto de Mancini sin conocer la historia clínica de la ex modelo, habló tomándolo como ejemplo de una persona expuesta a «una dieta desbalanceada o trastorno de conductas alteradas, que dañan cuerpo y mente».
«Haber hecho toda una vida carente en oligoelementos y macronutrientes como proteínas, hidratos de carbono y grasas, altera la inmunidad y la capacidad celular para realizar todos los procesos», informó.
Jufe indicó que «habría que agregar que muchas veces no sólo hacen dietas desbaleanceadas con sólo líquido o vegetales, sino agravadas por ingesta de medicamentos que van a producir un organismo más vulnerable, susceptible de todo lo que ingrese al cuerpo (noxa), como una bacteria, el tener un golpe o quemarse».
«Algo, por menor que sea, daña al cuerpo» con las defensas alteradas, «sea visible o no la desnutrición: para eso estamos los médicos, para diagnosticarla», enfatizó.
Jufe comentó que la incidencia de los trastornos alimentarios en los últimos 20 años no se modificó sensiblemente.
«Lo que uno ve son casos crónicos, chicas que -como en este caso- comenzaron a tener trastornos alimentarios a los 20 y pico y no se trataron, o se trataron y no se pudieron curar».
Como antes no se diagnosticaba claramente como enfermedad, «ahora llega al consultorio gente grande con patología crónica: si tuvo tratamiento no adecuado, la chance es mucho mayor con un tratamiento y equipo especializado».
«Si no tuvo respuesta aún con tratamiento, en general se debe a que, en trastornos alimentarios, la cronicidad está asociada a una enfermedad mental más difícil, como una depresión, y se está ante una comorbilidad -la asociación de dos enfermedades mentales-, pero se puede curar», concluyó.
Ungida como modelo a los 14 años por la revista Gente, la carrera de Mancini comenzó en 1980, cuando saturó los medios en fotos, publicidades y programas de televisión de los finales de la dictadura.
En 1996, luego de un coma por complicaciones en una cirugía estética, se retiró del modelaje.