2 mayo, 2024

Cierra un trimestre para el olvido: Recesión, inflación, pérdida de empleos y caída del consumo

El cierre del primer trimestre del año deja un panorama desolador para la economía argentina, con indicadores negativos que reflejan una situación de recesión, inflación y una drástica pérdida de empleos, lo que ha desencadenado una caída significativa del consumo.

Por Gabriel Rodríguez

El cierre del primer trimestre del año deja un panorama desolador para la economía argentina, con indicadores negativos que reflejan una situación de recesión, inflación y una drástica pérdida de empleos, lo que ha desencadenado una caída significativa del consumo.

La aplicación de un ajuste severo por parte del gobierno de Javier Milei ha provocado una parálisis económica que no se veía desde la crisis del 2001. Los sectores más afectados por esta situación son diversos, incluyendo automóviles, alimentos, acero y cemento.

Según un informe de la CAME, la industria manufacturera pyme registró una contracción del 9,9% en febrero en comparación con el mismo mes del año anterior, marcando el tercer mes consecutivo de caída. Los sectores de alimentos y bebidas sufrieron una disminución del 14,6% en la producción en el primer bimestre, mientras que en productos químicos la caída llegó al 32%.

En el rubro de la construcción, los despachos de cemento mostraron una caída del 10,8% en febrero y del 23,4% interanual. Además, el índice Construya registró una baja del 26,6% en las ventas de insumos para la construcción en febrero.

El sector automotor no ha escapado a esta tendencia negativa, con una disminución del 19,0% en las ventas en febrero en comparación con el mismo mes del año anterior, y un retroceso del 18,2% en el bimestre.

En cuanto al consumo, el Indicador de Consumo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios mostró una caída del 3,5% en febrero en comparación con el año anterior, con una disminución especialmente pronunciada en los segmentos de recreación y transporte.

Este sombrío panorama se ve agravado por el aumento de la pobreza, que se estima ha alcanzado el 50%. La falta de medidas efectivas para frenar esta crisis económica ha generado incertidumbre y preocupación entre la población, con consecuencias devastadoras para la calidad de vida de los argentinos.