Alerta en el sistema financiero: Sube la mora en tarjetas y préstamos personales
La morosidad en el pago de créditos al sector privado volvió a crecer en octubre y alcanzó el 4,5%, según el Banco Central. Los préstamos personales y las tarjetas de crédito marcaron récords históricos, con fuerte impacto en el segmento de familias. El deterioro se dio en todo el sistema financiero tras casi un año de subas consecutivas.

Por Alejo Pombo
La morosidad en el pago de los créditos al sector privado volvió a crecer en octubre y alcanzó el 4,5% del total financiado, el nivel más alto del año, según un informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El dato refleja diez meses consecutivos de aumento y un deterioro generalizado en el sistema financiero, con especial impacto en los préstamos destinados a familias.
De acuerdo con el organismo monetario, la irregularidad del crédito subió 0,4 puntos porcentuales respecto de septiembre y mostró una tendencia sostenida desde comienzos de 2025, verificándose en todos los grupos de entidades financieras. El informe advierte que el mayor deterioro se concentra en las líneas de consumo, en un contexto de pérdida de poder adquisitivo y mayores dificultades para cumplir con los compromisos financieros.
El segmento de familias presentó los datos más preocupantes: la morosidad total llegó al 7,8%, el valor más alto desde el inicio de la serie en 2010. Dentro de ese universo, los préstamos personales alcanzaron un récord histórico del 9,9% del total financiado, tras aumentar 0,8 puntos en octubre y triplicarse frente al 3,3% registrado en diciembre de 2024.
La situación de las tarjetas de crédito también mostró un fuerte deterioro. La mora se ubicó en 7,7%, el nivel más elevado de la serie histórica, con un incremento de 0,3 puntos en el mes y una suba acumulada de 5,8 puntos porcentuales en lo que va del año. El indicador encadenó once meses consecutivos de aumentos.
En contraste, los créditos con garantía real mostraron un comportamiento más estable. La morosidad hipotecaria se mantuvo en torno al 1%, tanto en la cartera general como en los préstamos ajustados por UVA. En tanto, los créditos prendarios alcanzaron un ratio de irregularidad del 4,8%, el más alto desde 2010, con mayor impacto en los préstamos UVA, donde la mora trepó al 6,2%.
El crédito a empresas, por su parte, mantuvo niveles de mora más bajos, aunque también mostró señales de deterioro. En octubre, la irregularidad alcanzó el 1,9% del total financiado, acumulando seis meses consecutivos de subas, principalmente en adelantos y documentos, líneas de corto plazo clave para el financiamiento corporativo.
Desde el sistema financiero señalaron que el aumento de la morosidad era esperable tras el fuerte crecimiento del crédito en los últimos dos años, aunque remarcaron que la evolución es seguida de cerca. En este escenario, algunas entidades comenzaron a endurecer las condiciones de otorgamiento, mientras el Gobierno apuesta a una baja del costo del dinero como herramienta para reactivar el financiamiento y sostener la actividad económica.
