Por Gabriel Rodriguez
Con la llegada de las festividades navideñas, armar una canasta en San Luis puede significar un desembolso considerable, oscilando entre los $3 mil y los $16 mil. La variabilidad en los costos se atribuye a factores como la elección de productos y la diversidad de marcas disponibles en los comercios locales.
El estudio se enfocó en cinco productos principales: pan dulce, budín, sidra, garrapiñada y turrón. Se encontraron notables diferencias de precio, donde un pan dulce «Pamela» podía adquirirse por $1.020 en una distribuidora, mientras que un «Steinhauser» con empaque de cartón alcanzaba los $8.997 en un supermercado local.
Los budines presentaron precios desde $400 para la marca «Dulce Mamá» en una cadena nacional, hasta $1.508,90 para un «Águila» de chocolate en una cadena local. En el caso de la sidra, la variedad de costos fue significativa, desde $841,90 para «La Farruca» de envase plástico hasta $3.849 para una «Saccani Dulce».
En cuanto a garrapiñadas y turrones, los precios se mantenían más estables, oscilando entre $161 y $504 para las primeras y entre $562 y $1.240 para los segundos.
Los comercios ofrecían diversas opciones para la compra de canastas ya armadas, con precios que iban desde $3.890 hasta $12.900, con diferentes cantidades de productos incluidos. Tanto los encargados de supermercados como de distribuidoras señalaron un aumento significativo de más del 100% en comparación con los precios del año anterior.
La incertidumbre sobre posibles incrementos adicionales persiste debido al cambio de gobierno y a las negociaciones con proveedores. A pesar de la situación económica, los comerciantes aseguran que la variedad y disponibilidad de productos no se ha visto afectada, y destacan la importancia de ofrecer opciones que satisfagan las expectativas de calidad, precio y conveniencia para los consumidores.
