26 abril, 2024

Mirta desmintió los rumores de un hijo extra matrimonial de su esposo

Mirtha Legrand desmintió rotundamente los rumores en torno a una supuesta hija extra matrimonial de Daniel Tynaire, con quien estuvo casada desde 1945 hasta que el director de cine murió en 1994.

Mirtha Legrand desmintió rotundamente los rumores en torno a una supuesta hija extra matrimonial de Daniel Tynaire, con quien estuvo casada desde 1945 hasta que el director de cine murió en 1994.

La voz comenzó a correr por un comentario de la panelista de Intrusos, Marcela Tauro: «¿Tinayre no tenía otra hija? De la edad de Marcela (65)… ¿Vos no sabías esa historia?», le preguntó a Jorge Rial.

Tras esto, la prensa comenzó a acosar a la diva de los almuerzos para obtener alguna declaración al respecto.

En este contexto, Mirtha decidió emitir un comunicado, donde aseguró que se trata de una «noticia falsa» y que agravia la memoria de «un gran hombre» como lo fue Tinayre.

El texto completo:

Durante los últimos días hemos asistido, en algunos medios de comunicación, a la generación de un rumor falso, carente de todo rigor y objeto periodístico, afectando la memoria, el respeto y la honorabilidad de Daniel Tinayre.

Daniel fue padre de sólo dos hijos: Marcela y Daniel (ya fallecido), fruto del matrimonio con su única esposa, Rosa María Martínez Suárez, viuda de Tinayre.

En virtud de la memoria de un gran hombre, el respeto de sus hijos y esposa y el amor que el público tiene a la Sra. Mirtha Legrand, solicitamos a quienes tienen en sus manos el deber de informar con dignidad y verdad, guarden el respeto oportuno y cesen de inmediato tan graves y falsos comentarios.

Mirtha Legrand es una abierta defensora de la libertad de prensa, con el único límite de la «real malicia», doctrina que expresamente califica así a cuestiones donde, como en este caso, concurren:

a) Una noticia falsa.

b) Un agravio manifiesto que afecta la memoria de Daniel.

c) Una actividad dolosa destinada a difundir una noticia falsa que tiñe de sospecha la vida de una persona pública y su entorno.

Todo esto, sin perjuicio de la reserva de derechos respecto de las acciones que pudiese iniciarse, ya sea para hacer cesar los dichos calumniosos, y/o sancionar los daños ocasionados.