La Casa Rosada avaló la negociación para que la gobernadora vaya junto a la boleta presidencial del peronismo disidente. Macri había prohibido las colectoras por decreto en abril. En un escenario adverso volvería a cambiar las reglas de juego.
A un mes de haber prohibido por decreto las colectoras, Mauricio Macri podría volver a cambiar las reglas de juego y derogarlo. Jaqueado por la crisis de la economía y ante un escenario electoral adverso el Presidente analiza jugadas que le den chances de mantenerse en el poder y en ese marco habilitó a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal a negociar con Alternativa Federal la posibilidad adosar su lista a la boleta presidencial del peronismo disidente.
«Si hay otros candidatos a presidente que quieren apoyar a nuestra gobernadora, no nos parece una alquimia», señaló ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Así la idea de la Casa Rosada de que Vidal pueda funcionar como colectora de distintos candidatos presidenciales.
La mira del macrismo está puesto en Alternativa Federal. De prosperar las negociaciones, Vidal acompañaría la lista de Cambiemos encabezada por Mauricio Macri y la de quien sea elegido en las internas del peronismo disidente.
La baja intención de voto de Macri obliga a la mandataria a forzar un corte de boleta que le permita continuar al mando de la provincia. Primero tendrán que encargaras el decreto que firmó Macri impidiendo las colectoras.
«En una elección desdoblada parecía más natural y en una local, parecería más raro pero si con eso se consolida una decisión de una mayoría de no volver al kirchnerismo en la provincia, no me parece un atajo o una discusión que altere la previsibilidad», justificó el jefe de Gabinete el golpe de timón que tendría que dar el Gobierno.
La misma Vidal había alentado la prohibición de las colectoras para evitar que el peronismo sumara votos de esa forma. del peronismo. Macri firmó el decreto en abril y apenas lo hizo el peronismo anunció que iba a realizar presentaciones en contra de la medida al cambiar porque implicaba un cambio en las reglas en un año electoral. «Son dinámicas provinciales que exceden a la dinámica nacional», insistió Peña en su intento por intentar la maniobra.
Las encuestas muestran que el piso del presidente está en 33 por ciento y que la fórmula que llevará el Partido Justicialista (PJ) y sus aliados integrada por el ex ministro de Exconomía, Axel Kicillof, y la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, estaría pasando el cuarenta por ciento. De allí la necesidad de que Vidal se «cuelgue» de la candidatura presidencial de Alternativa Federal, además de la de Cambiemos.
Peña no hizo ninguna mención a las encuestas y enarboló el discurso de campaña macrista. «Los votantes bonaerenses tienen más claro que nadie que no van a volver al kirchnerismo y creen y confían en este mujer que ha demostrado un coraje, un liderazgo y una capacidad de cercanía y de gestión que les da esperanza», dijo. El funcionario agregó que el voto a Vidal «representa la voluntad de una mayoría de bonaerenses de no convivir más con el fracaso del peronismo bonaerense, que explica gran parte de los fracasos en materia de narcotráfico, inseguridad, atraso social, falta de infraestructura y corrupción. María Eugenia representa a una mayoría de bonaerenses que se rebelaron».